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De A Cova a Mourelos entre viñas

carlos rueda, francisco albo MONFORTE / LA VOZ

O SAVIÑAO

Una ruta de cinco kilómetros discurre entre típicos paisajes de O Saviñao

04 dic 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

En los más de treinta kilómetros que recorre el Miño por tierras de O Saviñao, la naturaleza y la acción humana han creado una sucesión de paisajes de gran atractivo en los que domina la presencia de las viñas. La construcción de pistas de tierra y nuevas vías de acceso a los viñedos abre nuevas posibilidades para quien se interese en conocer en detalle esta parte de la Ribeira Sacra.

Una sencilla ruta de cinco kilómetros, por pistas asfaltadas y de tierra, permite disfrutar de los espectaculares parajes que se extienden entre las localidades de A Cova y Mourelos. El recorrido empieza en el primero de estos lugares, al que se llega fácilmente desde Escairón en un trayecto de cinco kilómetros por carretera.

El punto de partida del camino se encuentra a la altura de la iglesia románica de San Martiño da Cova. Nada más empezar el recorrido aparece una bifurcación. El ramal de la izquierda lleva a la playa fluvial de A Cova y el que hay que seguir es el de la derecha. A unos quinientos metros del comienzo del recorrido hay que desviarse a la izquierda en dirección al lugarde Cuñas, que se encuentra a unos cien metros.

Esta es una de las áreas de viñedo más importantes de O Saviñao, correspondiente a la subzona de Ribeiras de Miño. Aquí también se ubica una de las bodegas con más prestigio de la zona, Adegas Moure, fundada en 1958. En estre tramo se puede apreciar un bello panorama de la ribera del Miño y del meandro conocido como Cabo do Mundo.

Paisajes coloridos

Después de pasar por Cuñas es preciso cruzar el que los lugareños llaman arroyo de A Lama y seguidamente la pista serpentea entre interminables viñas que dan una nota de vida y de color a estas agradecidas riberas. En el kilómetro 1,5 hay una bifurcación. Hay que seguir el camino de la derecha hasta el kilómetro 2,5, donde es preciso torcer a la izquierda. A continuación el camino cruza el arroyo de Sobrado y entra en la ribera de Esperón.

El sendero se vuelve más llano a lo largo de unos cuatrocientos metros para empezar, seguidamente, a coger altura hasta el final de la ruta en el lugar de Mourelos. A los tres kilómetros del inicio de recorrido aparece un cruce de carreteras, donde hay que seguir por la de la derecha. Ahora la pendiente es bastante fuerte, durante un kilómetro, hasta llegar al lugar de A Reguenga, aldea sumergida en un reducido y centenario bosque de castaños.

Hay que continuar andando por la carretera durante unos trescientos metros hasta llegar a un desvío señalizado hacia Eirexe y Mourelos, que se encuentran a unos cuatrocientos metros de distancia. En Mourelos destaca la llamada Casa Grande de Mourelos -en mal estado de conservación-, la Casa Grande de Torno, en el lugar de O Torno, y la iglesia parroquial de San Xulián de Mourelos, que fue levantada posiblemente sobre una primitiva construcción de origen románico.