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Tuiriz busca gente para volver a tener cantina

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

PANTÓN

Manuel Carballada, José Luis Quiroga y Álvaro Fernández, tras la barra de la recién reconstruida cantina de Tuiriz
Manuel Carballada, José Luis Quiroga y Álvaro Fernández, tras la barra de la recién reconstruida cantina de Tuiriz CARLOS CORTÉS

Los propietarios del monte comunal de esta parroquia de Pantón ofrecen el local a quien quiera explotarlo, dentro de su proyecto de revitalización del pueblo

20 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En Tuiriz vivían hace 30 años unas 400 personas y tenían tres bares. Hoy hay mucha menos gente que entonces y hace nueve años que cerró el último bar. Ley de vida. Nada que no este pasando en cientos o en miles de lugares en toda Galicia, pero esta parroquia del municipio de Pantón es distinta. Porque los vecinos están empeñados en detener el proceso, en recuperar vida. A eso dedican el dinero que da su monte comunal. Ya llevan un tiempo trabajando para evitar que se tenga que marchar nadie más y por lograr que vengan vecinos nuevos. Lo último es reabrir una de las cantinas del pueblo. El local ya lo tienen. Ahora buscan quien lo gestione.

La comunidad de montes en mano común de Tuiriz acaba de sacar a concurso la explotación de su cantina. El presidente del monte, Manuel Carballada, cuenta que en estos momentos están en fase de recoger propuestas. «No hay un plazo concreto -explica-, cuando hayamos recibido suficientes las estudiaremos y elegiremos la que nos parezca más apropiada». Los propietarios del monte llevan algo más de cuatro años empeñados en proyectos que buscar devolver a la parroquia la vida que tenía antes. El punto de partida fue la decisión de dejar de repartir en metálico entre ellos los beneficios que dan las talas de pinos y empezar a reinvertirlos de forma colectiva en proyectos pensados para revitalizar Tuiriz.

El primero fue la compra al obispado de Lugo de la vieja casa rectoral, un edificio de 900 metros cuadrados con finca de 3.600 y que amenazaba con venirse abajo. Su propósito es rehabilitarlo por completo. Acaban de terminar de hacerlo con la parte en la que en tiempos estaba la cantina. La abrió como bar y como economato en 1972 Antonio López Ferreiro, el entonces cura de la parroquia, pero ya llevaba tiempo cerrada, igual que los otros dos bares que llegó a tener Tuiriz. El último aguantó abierto hasta el 2012, pero su propietario acabó dejándolo. Demasiada poca clientela.

Fiesta, abejas y resina

Ahora las cosas están empezando a cambiar, y los vecinos quiere recuperar esa parte de la vida que siempre proporciona en un un pueblo una cantina abierta. «Unha cantina con tenda, como queremos que sexa este, supón un servizo importante para calquera lugar pequeno», explica Álvaro Fernández, el tesorero de la comunidad del monte. «Xenera movemento, é un lugar de reunión, fai falta», añade José Luis Quiroga, que completa como secretario la actual junta directiva de este monte comunal. Quien quiera probar suerte solo tendrá que correr con los gastos de luz y agua el primer año para que el aterrizaje le sea más fácil. Después tendría que abonar a la comunidad de montes un pequeño canon.

La reapertura de la cantina es por ahora el último paso en el proyecto de reactivar Tuiriz que empezaron los propietarios del monte con la compra de la casa rectoral en el 2018. En estos cuatro años también plantaron una parte del monte con centeno para repartir la cosecha entre los vecinos, pusieron en marcha una Festa da Malla que se interrumpió en el 2020 por culpa de la pandemia pero que este año están decididos a recuperar, colocaron dos colmenares para producir miel que quieren hacer crecer cada temporada y pusieron en marcha una explotación de resina de pino complementaria a las talas.

Esta última iniciativa es la única que no se les ocurrió a ellos. Fue idea de tres jóvenes de fuera que querían explotar la resina y se lo propusieron a los comuneros de Tuiriz, que aceptaron sin pensárselo demasiado. Una parte de lo que sacan se lo queda la comunidad de montes y otra es para ellos. Los resineros vienen de Pontevedra, O Vicedo y Bueu, pero ahora ya son vecinos de Tuiriz. Porque esa es la idea. Que Tuiriz gane población en vez de perderla.

La parroquia de tuiriz

 

El monte: El monte en mano común de Ferroedo tiene alrededor de 500 hectáreas, una parte plantado de pinos y otra alquilada como pastizal a ganaderos

La gente: En Tuiriz están empadronadas unas 160 personas. La comunidad de propietarios del monte la forman 63 casas. Para ser comunero solo es preciso vivir en Tuiriz