Ribas de Sil y Pantón, récords provinciales de calor en verano

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

PANTÓN

Un termómetro en la plaza del Concello de San Clodio marcaba 38 grados el 17 de junio
Un termómetro en la plaza del Concello de San Clodio marcaba 38 grados el 17 de junio ROI FERNÁNDEZ

Las temperaturas registradas en estos concellos figuran entre las más altas de Galicia

15 sep 2022 . Actualizado a las 19:30 h.

Los municipios de Ribas de Sil y Pantón registraron las temperaturas máximas más altas de la provincia durante el verano, según los datos recogidos en el último informe climatológico estacional de MeteoGalicia. El período al que se refiere el estudio es el verano climatológico —meses de junio, julio y agosto—, diferente del verano astronómico, que empezó el 21 de junio y finalizará el próximo día 23. De acuerdo con estos datos, la máxima más elevada del territorio lucense, de 43,3 grados centígrados, se registró en el observatorio de San Clodio de Ribas de Sil el 14 de julio. Dos días antes, el 12, el termómetro del observatorio de A Míllara —en Pantón— marcó la segunda máxima más alta de la provincia, de 42,3 grados.

Por otra parte, ambos municipios son los únicos no pertenecientes a la provincia de Ourense que figuran en el ránking de las diez temperaturas máximas más elevadas registradas entre julio y agosto en toda Galicia. Ribas de Sil y Pantón ocupan, respectivamente, los puestos cuarto y noveno de la lista.

Más de 40 en Monforte

En otras partes del sur lucense, el mercurio no quedó muy por debajo de las marcas registradas en Ribas de Sil y Pantón por esas mismas fechas. El 12 de julio, el observatorio de MeteoGalicia en Monforte marcó 41,4 grados y el día 14 del mismo mes registró 42,1 grados. Los días 13 y 17, las máximas en esta localidad fueron de 40 y 41,7 grados.

La lista mencionada, por otro lado, se refiere a las estaciones meteorológicas situadas por debajo de los mil metros de altura sobre el nivel del mar. Por encima de esta cota, otros tres municipios lucenses aparecen en el ránking de las diez temperaturas máximas más altas registradas durante este período en toda la comunidad. Son los de Pedrafita do Cebreiro —con 35,1 grados—, Cervantes y Muras, con 32,7 grados cada uno. Estos son los únicos municipios del ránking que no se encuentran en la provincia de Ourense.

Varios municipios de la provincia también figuran en el otro extremo, es decir, en las listas de las diez temperaturas mínimas más bajas que se registraron en el conjunto del territorio gallego durante el verano climatológico. En cuanto a las estaciones meteorológicas situadas por debajo de los mil metros de altura, Vilalba (con 2,4 grados), Cospeito (2,6 grados) y Guitiriz (2,8 grados) ocupan respectivamente la quinta, la séptima y la novena posición. En Vilalba y Cospeito, estas temperaturas extremas se registraron el mismo día, el 27 de junio. La de Guitiriz quedó marcada el 28 del mismo mes. La mínima más baja de toda Galicia a esta altura quedó consignada en el municipio ourensano de Calvos de Randín, con 1,3 grados bajo cero.

Por encima de los mil metros de altura, las mínimas más bajas de la provincia lucense quedaron registradas en Cervantes y en los observatorios de Ancares y O Cebreiro, ambos en el municipio de Pedrafita. En el primero de estos lugares, el récord de frío fue de 2,4 grados; en el segundo, de 2,8 grados, y en el tercero, de 4 grados. Estas temperaturas se registraron entre los días 26 y 30 de junio. La mínima de Galicia, de 0,2 grados bajo cero, se registró en Manzaneda el 26 de junio.

Un período calificado de «extremadamente cálido» por los meteorólogos

Los responsables de MeteoGalicia afirman que, en conjunto, el verano meteorológico en la comunidad fue «extremadamente cálido», con una anomalía positiva en las temperaturas que se sitúa a 1,6 grados centígrados por encima de la media de este período. En cuanto a junio, lo consideran como un «mes normal» debido a la variabilidad de las situaciones, que hizo que algunos días fuesen muy cálidos y secos, mientras que en otros —al principio y al final— las temperaturas fueron frías.

Los autores del estudio señalan que en julio las temperaturas fueron «extremadamente altas» para esa época del año, lo que se debió a que las altas presiones supusieron una barrera para la influencia del océano Atlántico y a la vez propiciaron la entrada de masas de aire muy cálido procedentes del sur de la Península y de África. La temperatura media del mes en la comunidad fue de 22,4 grados, esto es, 2,7 grados por encima de la media de ese período, lo que hizo que julio mereciese la calificación de «extremadamente cálido». Fue en la segunda mitad de ese mes cuando se produjeron los grandes incendios de la sierra de O Courel.

Anomalías muy altas

El pasado mes fue calificado por los meteorólogos como «moi cálido», con una temperatura media de 21,8 grados. La anomalía positiva con respecto a la media fue 1,9 grados. En la mitad oriental de Galicia —señalan—, las anomalías de temperatura resultaron «especialmente altas», mientras que en la parte occidental se compensaron gracias a las nubes y nieblas del litoral. El precedente más cálido de este mes fue el del 2003.