Quiroga celebró ayer junto al molino de Bendilló la edición número dieciocho de su Mostra do Aceite
21 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La aceituna de Quiroga es uno de los pocos cultivos que ni se inmutó con la sequía del año pasado. Bueno, en realidad la falta de agua hizo que la campaña se adelantase un mes, pero ni redujo la producción, ni tuvo incidencia alguna en la calidad del fruto recogido. Así que la Mostra do Aceite de Quiroga celebró ayer su edición número dieciocho con una considerable cantidad de aceite a vender. Y dentro de unos pocos años será mucho más, o con eso cuentan los productores.
Dicen las estimaciones oficiales que en los últimos años se comercializan en cada campaña aproximadamente 5.000 litros de aceite procedente de olivos de Quiroga y Ribas de Sil, aproximadamente la octava parte de la producción total de esta comarca.
Suso Arias Rodríguez tiene olivos en Novaes, pone a la venta trescientos litros y espera venderlos todos, como siempre. Siempre acude a la Mostra do Aceite con un puesto propio y allí vende una parte de su pequeña producción. Lo demás lo vende en otras ferias, o directamente en su casa. Pero dentro de cuatro o cinco años espera producir mil litros. Igual que muchos otros, plantó olivos después de que el Ayuntamiento empezase a organizar la feria y el aceite local se convirtió en un producto caro y con demanda. «O prezo tense que regular». augura Suso Arias. A él le parece que los veinte euros que cuesta ahora el litro complican las ventas, pero cree que cuando todos los olivos plantados en los últimos años se pongan a producir habrá un reajuste automático a la baja.
A la Mostra do Aceite de Quiroga, que se celebra todos los años alrededor del molino del pueblo de Bendilló, asistieron esta vez media docena de productores. Los hay con producciones muy pequeñas, como Suso Arias, y otros que empiezan a trabajar con otras dimensiones. Como Ouro do Sil, una empresa de tres socios que comercializa 2.000 litros. Tienen alrededor de 1.600 olivos entre los municipios de Quiroga y Ribas de Sil y sus clientes les piden sobre todo el aceite que producen a partir de variedades autóctonas. Y como empresa nacieron hace solo cuatro años, así que solo están empezando.