











Una aldea de Quiroga conserva huellas de la minería romana y de la elaboración del aceite de oliva
10 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.La parroquia quiroguesa de Sequeiros conserva importantes huellas de la minería romana del oro, un patrimonio histórico y arqueológico que hoy forma parte de los atractivos del geoparque Montañas do Courel. La antigua explotación se encuentra en el lugar conocido por As Medas, a orillas del Sil, y ocupa una extensa superficie que supera las veinte hectáreas. El propio núcleo de Sequeiros se encuentra ubicado en lo que fue la parte oriental de la explotación.
La mina de Sequeiros pertenece al grupo de las denominadas de tipo secundario. En esta clase de explotaciones, la fuerza del agua era utilizada para derrumbar grandes masas de tierras de aluvión a través de pozos y galerías previamente construidas, a fin de arrastrar y lavar los sedimentos de los que se extraía el oro. Esa misma fuerza hidráulica se empleaba para la evacuación de los materiales estériles o cantos rodados. Los de mayor tamaño eran apilados a mano formando grandes montones -llamados tradicionalmente en esta zona muradellas o murias-, mientras que los más pequeños eran evacuados por la propia fuerza del agua. Hoy todavía se pueden ver grandes cantidades de cantos rodados y piedras apiladas en la parte baja del frente de explotación, más concretamente en los lugares denominados por O Chao y O Soutiño.
Abandono repentino
Por encima de O Chao y a la derecha de la carretera que conduce a la presa hidroeléctrica de Sequeiros se aprecia perfectamente la corta o talud de la explotación, con algunas de las minas ya preparadas para el derrumbe de una sección del terreno. Esta última parte del proceso no se llevó a cabo debido -según todos los indicios- a un abandono repentino de las explotaciones mineras.
A unos setecientos metros de distancia de la mina de Sequeiros, en el lugar de Pena Tallada, fueron localizados recientemente varios tramos de un canal de abastecimiento del agua para esta explotación que ofrecen la particularidad de estar labrados en la roca. De ahí viene el origen del nombre de Pena Tallada. Se encuentran justo por encima de la carretera que conduce a Paradaseca y Soldón, y a unos doscientos metros del cruce de esta carretera con la N-120. El canal tiene una longitud de más de cinco kilómetros y la captación del agua se hacía en el cauce del río Soldón, y a la altura de la desembocadura del arroyo Cereixido. El lugar donde se hacía la captación era conocida por Presa dos Mouros.
Según el testimonio de un vecino de Sequeiros, parece ser que en Pena Tallada había un depósito labrado en la roca que se supone que servía para almacenar agua que procedía de dicho canal y que después sería de nuevo conducida hasta la explotación minera de Sequeiros. Este depósito era conocido popularmente por Pozo Morto, pero todavía no ha sido posible su localización.
En tiempos menos alejados, el cultivo del olivo y la elaboración artesanal de aceite fue una actividad muy arraigada entre los vecinos de Sequeiros, aunque con el paso de los años fue cayendo en desuso. Actualmente se están recuperando varias parcelas de olivares y plantando nuevos ejemplares de olivos en la zona de O Soutiño y en el entorno de Sequeiros.
En tiempos había en la aldea un molino de aceite o almazara. Su último propietario fue José Villamarín, ya fallecido, y estuvo funcionando hasta 1987. Los vecinos recuerdan que cuando llegaba la época de la recogida y la molienda, el molino trabajaba a pleno rendimiento y sin descanso desde las seis de la mañana hasta las doce de la noche. Al final de la temporada se obtenían unas 45 o cincuenta cántaras de aceite de dieciséis litros de capacidad cada una.
DESDE QUIROGA
Hay que salir de la capital del municipio por la carretera N-120 dirección a Ponferrada. A unos 4,5 kilómetros aparece un desvío a la derecha para Sequeiros, que está a unos seiscientos metros