La lluvia de mayo y los corzos, los peores enemigos

La Voz

SOBER

19 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Ramón Martínez, el vecino de Doade (Sober) que ha replantado sus fincas con dos centenares de jóvenes olivos, se ha encontrado, sin embargo, con un enemigo inesperado: el corzo, un animal al que le gusta comer las hojas de los pequeños árboles, o frotarse los cuernos contra los árboles jóvenes: «Vou ter que cerrar a leira», reflexiona Ramón, que, dos años después de empezar a plantar, tiene cada vez más ilusión en coger sus primeras aceitunas. La expansión del monte ha favorecido que el corzo se haya aclimatado cómodamente en la zona y disfrute del exotismo de las hojas de olivo.

Si resisten al acoso del animal, los olivos deben protegerse también de las lluvias de mayo. En función de su intensidad pueden dañar seriamente a las flores y determinar la cantidad de la cosecha. Manuel Gómez, el propietario de la bodega Val de Quiroga, lo sabe bien: «É moito máis irregular que o viño, e as choivas poden acabar coa colleita».