
El juzgado enseña el Palacio de Sober y su promotor reconoce que hacía falta más experiencia para sacar adelante el proyecto
16 feb 2017 . Actualizado a las 08:02 h.El juzgado de Madrid que dirige la liquidación de la empresa Alvaher 98 organizó ayer una mañana de puertas abiertas en el Palacio de Sober, con el objetivo de que los posibles compradores pudiesen comprobar de primera mano cuál el estado real de las instalaciones. El promotor del proyecto, el empresario madrileño, Alberto Vaquero, hizo de guía y durante el recorrido por el edificio reconoció que el fracaso del primer hotel de cinco estrellas de la provincia de Lugo tuvo mucho que ver con su falta de experiencia en un negocio muy distinto al de la carne, en el que forjó un grupo empresarial hoy asediado por las deudas. A la invitación del juzgado respondió una cadena hotelera. Otras empresas del sector tienen interés en el edificio, pero no quisieron estar presentes
«Posiblemente ?dijo Alberto Vaquero?, este hotel fue demasiado plato para nosotros, porque no somos profesionales del turismo». En realidad, cuando el hotel abrió a mediados del 2010 Alvaher 98 había alcanzado un acuerdo de colaboración con el grupo Husa, pero las dos empresas rompieron poco después. Vaquero está convencido de que se equivocaron al buscar socio. Si él y su familia se decidieron a tomar las riendas del negocio en solitario fue porque consideraron que Husa no estaba respondiendo a lo que esperaban.
Pero no fue solo eso. Tres años después del cierre del establecimiento, el propietario de Alvaher 98 dice haber echado en falta más apoyo a su proyecto. «Hablo a nivel general ?precisa?, no critico a nadie». Independientemente de su falta de experiencia, explica, ellos no fueron capaces de levantar el proyecto porque en aquel momento su grupo empresarial ya no tenía capacidad para hacer las inversiones necesarias en publicidad y en la búsqueda de acuerdos con los principales turoperadores. Vaquero aseguró ayer que su empresa había dedicado doce millones de euros al Palacio de Sober, aunque no aclaró si en esa cifra incluye solo la inversión en la construcción y puesta en marcha del hotel o si incluye además gastos de explotación.
Vinculación sentimental
El proceso concursal en el que está inmerso Alvaher 98 desde febrero del 2015 terminará en liquidación y los dueños de la empresa tienen claro que el futuro del hotel ya no está en sus manos. En cualquier caso, Alberto Vaquero insiste en que tiene una vinculación sentimental con este proyecto y espera que alguien reabra el hotel y lo saque adelante. «Lo único que queremos ?afirma? es que venga alguien que haga de este lugar una referencia del turismo en Galicia, que lo saque adelante para que podamos decir que alguien pudo, porque al final los padres del invento fuimos nosotros».
Eso es lo que busca el juzgado mercantil que dirige la liquidación de Alvaher 98 y en ese proceso se enmarca la jornada de puertas abiertas organizada. La respuesta de los posibles interesados fue discreta. Solo una empresa envió representantes. Se trata de una cadena hotelera española con presencia internacional, pero sus representantes pidieron que no se hiciese público su nombre. Fuentes cercanas al proceso apuntan que hay otras firmas interesadas, aunque ayer optaron por no enviar a nadie.
El hotel lleva cerrado desde mediados del 2014. En estos cerca de tres años, se ha hecho evidente la falta de mantenimiento el terreno exterior que rodea el edificio. La vegetación ornamental de los jardines no está cuidada y la maleza ha ido ganando espacio. Por dentro, el edificio está sorprendentemente bien conservado