Criadores de ovejas y cabras: «O matadoiro móbil paga a pena xa só polo tempo que me aforra»

Carlos Cortés
Carlos Cortés MONFORTE / LA VOZ

TABOADA

Cabras de la granja de Gemma Sampedro en el municipio de Guntín
Cabras de la granja de Gemma Sampedro en el municipio de Guntín ALBERTO LÓPEZ

Los ganaderos de ovino y caprino, expectantes ante este nuevo servicio

30 nov 2023 . Actualizado a las 05:05 h.

Los criadores de cabras y ovejas esperan que el matadero móvil tenga éxito y sirva para facilitarles el trabajo. El servicio, anunciado este martes por la Xunta en Chantada, está pensado para reducirles costes a ellos y a las granjas porcinas, afectados por la dificultades para sacrificar sus reses en la red de mataderos comerciales, que muchas veces están lejos y casi siempre suelen estar más enfocados al ganado vacuno. En el caso concreto de los ganaderos de ovino y caprino el problema es especialmente acuciante, porque como sus animales son los más pequeños también son los menos interesantes económicamente para los mataderos.

Yolanda Gómez gestiona un rebaño de algo más de cien cabras en A Venda de Cruzul, una parroquia de Becerreá, en plena montañas orientales de Lugo. Ni en su comarca ni en las limítrofes hay ningún matadero en el que pueda sacrificar los animales que vende. Tiene que llevarlas a un matadero que está en Taboada o al de Castro de Rei. Becerreá está a algo más de 60 kilómetros de Castro de Rei y a unos 80 de Taboada. Ella suele ir a Taboada, porque en ese matadero son más flexibles con las fechas. En todo caso, cada vez que tiene que sacrificar pierde cerca de tres horas en los desplazamientos.

«Reservarei data para o matadoiro móbil en cando sexa posible —asegura—, porque xa só polo tempo que aforrarei vaime pagar a pena». El ahorro en tiempo lo tiene garantizado, pero probablemente el económico también. Yolanda Gómez tiene calculado que el coste que le suponen el transporte de los animales y la factura del matadero le supone aproximadamente 20 euros por cada uno de los cabritos que vende. El matadero móvil que anuncia la Xunta no es gratuito, pero las tarifas que anuncia la Consellería de Medio Rural le parecen competitivas. Lo único que lamenta es que no parece que este nuevo servicio vaya a estar disponible a tiempo para estas Navidades, la segunda época del año en la que más cabritos se venden, después del verano.

El recurso de los tratantes

Roi López Carmona no está tan lejos del matadero más cercano, pero tampoco le queda muy cerca. Él atiende un rebaño de 220 ovejas en el municipio de Pantón. Tiene a menos de 15 kilómetros un matadero en Monforte, pero ese es de los que no admiten ni ovejas ni cabras. Descartado Monforte, el que más a mano le queda es también el de Taboada, que está a 50 kilómetros de su granja. Así que en vez de encargarse de los sacrificios, él opta por la otra posibilidad, la de dejar eso en manos de tratantes a los que le vende los animales vivos.

Recurrir a los tratantes le quita trabajo, pero también ingresos. A él los tratantes le pagan las ovejas a alrededor de 7 euros por kilo. Dentro de poco será más porque está en proceso de obtener el sello de producción ecológica, pero por ahora el precio es ese. A este pastor de Pantón le gustaría recurrir al matadero móvil que acaba de anunciar la Consellería de Medio Rural, pero tiene dudas al respecto. La parece que un servicio así tiene sentido «como ferramenta para reducir os intermediarios», pero cree que tal y como está planteado su continuidad va a ser complicada. «Os prezos que anunciaron son subvencionados e iso a longo prazo vai comprometer a viabilidade, porque a estrutura que anuncian é cara e se o custe real repercutise no consumidor esa carne non tería saída comercial», argumenta.

A Roi López Carmona le parece también que el coste de mover toda esa estructura, que incluye un tráiler, un vehículo más pequeño para el personal y otro más frigorífico, va a complicar el acceso al servicio de quienes ahora sacrifican en sus casas de forma ilegal, porque venden de forma más o menos informal. «E hai cálculos que estiman que o 70% da produción de ovino do país non se sacrifica en matadoiro», apunta.

Las granjas que hacen pequeñas ventas solo a particulares lo tienen más difícil

Que los criadores aplaudan mayoritariamente la puesta en marcha de un servicio de matadero móvil no quiere decir que todos estén deseando utilizarlo. Gemma Sampedro, por ejemplo, piensa que no le va a resultar útil. No vende lotes a grandes compradores, porque todos sus clientes son particulares y todo lo que gestiona son encargos pequeños, así que tiene que vender cuando le llega un pedido y lo tiene difícil para acumular animales en espera hasta que le toque el turno y el matadero móvil vaya a Guntín, el municipio en el que tiene a sus 250 cabras. «Eu —explica— téñome que adaptar á demanda do consumidor».

Lo ideal para ella sería poder hacer sacrificios legales en su propia granja, en la que dispone de una cámara de frío, pero sabe que con la normativa actual resulta muy difícil. Mientras eso siga siendo así, se resigna a seguir recurriendo al matadero de Taboada, que no está lejos de Guntín. Y además dispone de los medios necesarios para sacrificar ganado de explotaciones con el sello oficial de la agricultura ecológica, como el suyo.