El jugador se retira tras 16 campañas en el Escairón con 35 años
18 jun 2024 . Actualizado a las 20:16 h.La conquista del doblete por parte del Atlético Escairón fue el mejor regalo que el club le pudo hacer a Rubén Cidre, uno de sus capitanes, que el domingo en Taboada alzó el título de Copa. Y es que con 35 años, este bravo y comprometido defensa cuelga las botas. Tendría más fútbol que aportar, pero considera que llegó su final en activo.
«Entendo que xa acheguei todo o que tiña e agora tócame adicarlle tempo á familia», indica Cidre, que también aduce cuestiones de trabajo para colgar las botas.
Rubén Cidre ha sido futbolista de un solo club. «Salvo unha tempada no Ferreira, as dezaséis restantes estiven como futbolista do Atlético Escairón. E iso para min é toda unha honra», añade.
El defensa de O Saviñao admite que despedirse con dos títulos es lo máximo. «Está claro que é a despedida soñada», puntualiza.
Rubén Cidre define esta temporada que realizó el Atlético Escairón de «matrícula de honor». Considera que su equipo fue justo vencedor en las dos competiciones que disputó: liga y copa.
Espera y confía en que el cuadro de O Saviñao deje de ser ese equipo ascensor y se consolide en la Preferente Autonómica. «Coa experiencia doutras tempadas, estou seguro que o Escairón vai ter continuidade na Preferente. A clave estará no eido físico e na fortaleza defensiva, porque en ataque sempre chegan as ocasións, e algunha materializarase», asegura.
El hecho de que cuelgue sus botas no significa un adiós definitivo. «Seguirei sendo un socio e un afeccionado máis do Escairón», asegura el defensa local. Cidre tiene claro que es su equipo, al que llevará siempre en su corazón. Con toda probabilidad, el defensa recibirá un reconocimiento durante la pretemporada. Y es que su idilio con el club lo merece.