Las galletas tradicionales del Miño ya se pueden comprar en los aeropuertos

Hace ya nueve años que dos vecinas de Taboada en busca de reciclaje laboral tuvieron la idea de devolver a la vida las galletas que se hacían en Xián, la más extensa de las 27 parroquias de ese municipio. Empezaron con una producción pequeña y con una distribución únicamente local, pero el éxito inicial enseguida las animó a intentar crecer. Saltaron a establecimientos delicatesen, después a una quincena de centros de El Corte Inglés y a continuación a la tienda del madrileño Museo Thyssen, lo que les dio una proyección importante. Continúan creciendo y ahora es posible encontrarlas también en algunos aeropuertos.

El obrador que en el 2016 pusieron en marcha Nélida Sobrado y Ana Ledo en Taboada trabaja desde entonces sin parar para atender una demanda que no deja de crecer. A sus galletas las llamaron Xianas, a modo de homenaje a la parroquia de la que sacaron la receta.

Su red de distribución dio un paso adelante recientemente con la entrada en tiendas de los tres aeropuertos gallegos, el de Lavacolla en Santiago, Alvedro en A Coruña y Peinador en Vigo; y en el madrileño de Barajas. En la actualidad elaboran a un ritmo medio aproximado de 3.000 galletas al día, aunque hay momentos del año con picos de demanda que las obligan a sacar más.

«A demanda medra en en períodos como o Nadal», explica Nélida Dobrado. Es habitual que en las fechas previas a esas fiestas les lleguen encargos extraordinarios de empresas interesadas en incluir las galletas de Xián en regalos a sus clientes o cestas para sus trabajadores. Estas últimas Navidades, por ejemplo, en uno solo de esos encargos una empresa gallega les pidió nada menos que 10.000 paquetes de galletas.

Envoltorios personalizados

Superados los apuros navideños, la pequeña empresa que elabora las Xianas trata de consolidar su sistema de distribución. Uno de los caminos por los que quieren avanzar es el que abrieron con el Museo Thyssen. Todavía no pueden dar nombres, pero están «tratando de abrir mercado personalizando o empaquetado para outras empresas como fixemos no seu momento co Thyssen».

La puerta del Thyssen habían conseguido abrirla con su participación en el Salón Gourmet del 2021 en Madrid. Por allí andaban ojeadores gastronómicos contratados por ese museo, en busca de productos nuevos para su tienda. Les llamaron la atención esas galletas peculiares, redondas y aplastadas, con el mapa de Galicia marcado en relieve en una de sus caras y en la otra alguno de los 18 símbolos tradicionales gallegos que emplean en las planchas, como las máscaras de los entroidos de Ourense, la catedral de Santiago, un trisquel o una vieira. Su lema era aquel año, y sigue siéndolo ahora, el mismo con el que nacieron en el 2016: «Galiza nunha galleta». Unos dulces que tienen el sello de calidad Artesanía Alimentaria, creado por la Xunta para reconocer los productos del campo y del mar elaborados de forma tradicional.

La lista de ingredientes de las galletas que se hacían en las casas de Xián era pequeña y básica. No hacía falta nada más que harina, mantequilla, azúcar y huevos. Con esos cuatro elementos, dos planchas de hierro y una cocina de leña bastaba para elaborarlas. La decisión de recuperar este producto hace nueve años llegó a tiempo de que esa herencia repostera no se perdiese, porque en aquel momento ya solo la recordaban los mayores de esta parroquia.

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