Todo el equipo, salvo el vicepresidente primero que estaba de viaje, presentó la dimisión de sus cargos El futuro inmediato de la CEL está ahora en manos del constructor
20 feb 2003 . Actualizado a las 06:00 h.?l comité ejecutivo de la CEL, con su presidente en cabeza, presentó ayer su dimisión, en el transcurso de una tumultuosa asamblea caracterizada por la tensión, los insultos y las descalificaciones. Esta decisión confirma el cisma definitivo en la patronal lucense y deja al frente del empresariado lucense al vicepresidente primero Jesús Pernas Carreira, que se encontraba ayer de viaje y no acudió a la reunión de la junta de gobierno. Jesús Pernas es, según los estatutos, el presidente en funciones y la persona con poderes para convocar a la asamblea electoral y renovar los órganos de gobierno. El autodenominado sector crítico espera ahora el regreso del constructor para saber cúal será el futuro inmediato de la patronal. Si Pernas presenta también la dimisión como el resto de los miembros del equipo de Martínez Dapena se crea una situación un tanto especial.Según diversas fuentes consultadas, el propio Jesús Pernas desconocía la responsabilidad que asumía. El tesorero de la ejecutiva de Sánchez Vilariño, Manuel Ferreiro, aseguró que habían estado intentando localizarlo a través del teléfono, sin conseguirlo. Eran las once de la noche.Sobre las diez de la noche abandonaban la sede de Santo Domingo Juan Antonio Martínez Dapena, presidente; Gervasio Cao Expósito, Jesús Sánchez González, Manuel Varela Vivero, Jesús Sánchez Rocha, Ildefonso Bourio Paz, Ovidio Pérez Reñones, Teodoro Moreda Fernández y Ángel Hermida Lage. Poco antes salió el vicepresidente segundo y tesorero, Ángel López Lugilde, que fue el primero en presentar la dimisión al comprobar que el grupo del ex presidente, Guillermo Sánchez Vilariño no estaba dispuesto a ceder en ningún punto del plan de viabilidad que presentaron. Plan de viabilidad El abandono de la reunión de López Lugilde, que entregó su carta de dimisión a un funcionario de la CEL, llevó aparejado un descanso de cinco minutos. Los miembros del comité ejecutivo se retiraron a deliberar y cuando salieron diez minutos después comunicaron sudecisión de marcharse. Después del abandono en bloque del comité ejecutivo quedó dentro de la sala el sector mayoritario de la junta de gobierno, encabezado por Guillermo Sánchez Vilariño. Con ellos permaneció el notario que fue contratado para que levantara acta de la reunión. Mientras no se pronuncie el presidente en funciones, Jesús Pernas, no será posible adoptar acuerdo alguno en el seno de la patronal.Antes de que se sucedieran las dimisiones fue aprobado el plan de viabilidad presentado por el sector del ex presidente. Si este punto fue motivo de discrepancias, el informe solicitado al presidente Martínez Dapena sobre la situación contractual de los locales del Cise, en la calle Montero Ríos, superó todos los parámetros de tensión previsibles.Martínez Dapena exhibió un informe externo sobre la polémica situación contractual del Cise, en la que se da cuenta de los tres contratos existentes, a los que se refiere también la querella de la fiscalía, todos ellos de la misma fecha. Concluye señalando que existieron una serie de operaciones simuladas y en fraude de ley, disfrazadas de contratos de arrendamiento, que le ocasionaron a la CEL unos gastos de más de cien millones de pesetas, que eran para beneficio exclusivo del ex presidente y de sus socios, los hermanos Díaz, entre otras cuestiones.El ex presidente Sánchez Vilariño insistió que no le interesaban los informes externos y que únicamente daría crédito a uno elaborado por el personal de la casas.Parece ser que en el ánimo del grupo del ex presidente se encontraba la convocatoria de elecciones para renovar los órganos de gobierno de la patronal lucense.La reunión celebrada ayer fue solicitada por el propio sector crítico, que impuso el orden del día de la convocatoria y que, amparándose en la mayoría que ostenta, trató de forzar situaciones. La respuesta no se hizo esperar. Convocatoria de elecciones En las últimas semanas hubo algunos tímidos intentos de buscar consenso para evitar la definitiva división de la patronal, que resultaron infructuosos. Se llegó a hablar incluso de la posibilidad de que la solución pasaba por convocar elecciones con un candidato de consenso entre las dos partes enfrentadas. En algunos momentos se especuló incluso con la existencia de tres grupos diferentes. Entre los nombres que se barajaron como sustituto de Martínez Dapena figuraba el del actual presidente en funciones, Jesús Pernas, lo que situaría al sector de la construcción con ventaja en la CEL y en la Cámara de Comercio. Sin embargo, fuentes muy próximas a él negaron esa posibilidad en su día.