HEMEROTECA El ministro Arias Salgado no cree en la libertad de prensa

Carlos Fernández A CORUÑA

LUGO

SUCEDIÓ EN 1953

16 dic 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

El ministro de Información y Turismo, Gabriel Arias Salgado, fue, además de uno de los personajes más pintorescos en la primera mitad de la dictadura de Franco, cancerbero implacable en la defensa de las esencias patrias. A mediados de diciembre de 1953, advertía, en la clausura del Consejo Nacional de Prensa celebrado en Alicante, de que el periodismo español tenía que estar «al servicio del destino universal de la patria», a lo que añadía: «Identificar la libertad de prensa con la falta de vigilancia por el Estado es un sofisma». Arias había señalado antes que la libertad era la elección de todos los bienes posibles, pero excluido el mal. ¿Quién decidía lo que era bueno o malo? El Gobierno, que representaba él. Católico partidario de la Inquisición, manifestó que el régimen había contribuido a que cada vez más españoles fuesen al cielo e incluso añadió que fruto de la moral que se les inculcaba los adulterios y las masturbaciones habían disminuido. A finales de 1952 dijo a un grupo «selecto» de periodistas que estaba convencido de que Stalin recibía órdenes directas del diablo, que se le aparecía en las profundidades de un pozo petrolífero de la República de Azerbaiján.