«Franco» frente a Boris

La Voz L. D. | MONFORTE

LUGO

Crónica | Un parecido asombroso con el dictador El monfortino Ramón López participará en un programa de «Crónicas Marcianas», al que fue invitado nada más anunciar su deseo de interpretar de nuevo el papel del Caudillo

17 mar 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Una serie de la televisión gallega brindó por vez primera al monfortino Ramón López la ocasión de explotar su asombroso parecido con Franco. Al día siguiente de dar a conocer su deseo de interpretar de nuevo al Caudillo ante las cámaras, le ha surgido otra oportunidad de ver cumplido su sueño. El conocido programa Crónicas Marcianas será está vez su trampolín hacia la fama. Los teléfonos echaban humo ayer en manos de Ramón. «Creo que en toda la mañana poco más hice que atender llamadas», explica. Dos de ellas fueron de la productora del programa que dirige Javier Sardá -líder de audiencia en su franja horaria-, empeñada en obtener una entrevista con este actor novel. «Su parecido con Franco es realmente llamativo y nos apetece tenerlo en el programa para que se pase un buen rato con todo el equipo», explican en la productora de Crónicas . Y Ramón, después de pensárselo, ha dicho que sí. «Ni me lo creo todavía. La verdad es que todo este revuelo me ha cogido por sorpresa. Pero bueno, al menos nos daremos una vuelta por Barcelona», explica Ramón en referencia a los preparativos para su aparición en el espacio de Sardá. La única condición que ha puesto para vérselas con Boris Izaguirre y compañía es que pueda viajar con su esposa. A fin de cuentas -dice- «ella me metió en este lío». Una broma de Marisol, su mujer, propició que fuese seleccionado en un cásting de la serie Libro de Familia para una fugaz aparición en el papel de Franco. Ramón ya cumplió su cometido en el episodio del pasado domingo, pero una vez metido en faena parece dispuesto a explotar un parecido que llama la atención a simple vista. Claro que la fama también tiene su reverso. «Los cinco minutos que me lleva traer el crío del colegio a casa ayer fueron más de media hora», dice Ramón, un tanto desbordado por la avalancha de llamadas de familiares, amigos, conocidos y productoras. Las cámaras de Crónicas no le quitan el sueño. «Sólo le preocupa algo Boris», confiesa su mujer.