La castración de pollos en las casas permite a los criadores de capón reducir costes de producción
LUGO
Los criadores de capón del municipio de Vilalba empiezan a recibir los animales que criarán en los próximos meses para vender en el mercado anual, que se celebra en la capital chairega en las vísperas de Navidad. Unos 1.600 animales fueron adquiridos en días pasados bajo la supervisión de la asociación de criadores. Otros 700 se adquirirán próximamente hasta llegar a 2.300 ejemplares, cifra que el colectivo de productores considera idónea para que el precio del mercado anual no caiga. Unos 300 estaban ya castrados, mientras que al resto se les practicará esa operación en las explotaciones de los criadores que los compraron. Francisco Santiago, veterinario de la asociación, explicó ayer que la compra de animales sin castrar era una tendencia en aumento en los últimos años, ya que, agregó, permite a los criadores reducir costes. Un pollo sin castrar cuesta aproximadamente 1,80 euros, y uno castrado, nueve. La diferencia de precio, explicó Santiago, es notable si se tiene en cuenta que cada criador puede tener en sus casas varias decenas de animales. Pero también subrayó que la asociación había organizado en los últimos años cursos que enseñaban a los criadores a realizar la castración en sus explotaciones agrarias, y agregó que para el mes próximo estaban previstas otras jornadas con ese mismo fin. Los animales que se compraron y que se comprarán próximamente son de la variedad label semipesada.