La familia del diseñador Adolfo Domínguez lanzará este año al mercado los primeros vinos de la bodega que ha puesto en marcha en la denominación de origen Ribeira Sacra, dentro de la subzona de Quiroga-Bibei. Se trata de un ambicioso proyecto en el que están involucrados cuatro hermanos del diseñador, que han reunido en los últimos años cien hectáreas de ribera en una sola pieza en la zona de Soutipedre, perteneciente al municipio ourensano de Manzaneda. Una de las particularidades de la bodega de la familia Domínguez, un original edificio con planta de cruz que corona la ladera en la que han adquirido el terreno, es la ausencia de depósitos de acero inoxidable. En esta aventura vitivinícola se han planteado exclusivamente la elaboración de vinos de crianza, a partir de las variedades tradicionales de la Ribeira Sacra. En la elaboración de las tres marcas se utilizan tinos de madera de grandes dimensiones y barricas bordolesas (de 225 litros de capacidad) preparadas por artesanos, en las que se ensamblan diversos tipos de madera. El objetivo es recuperar un enfoque tradicional de la elaboración, compatible con las nuevas técnicas enológicas, con el fin de definir un crianza personal y característico de la Ribeira Sacra. La idea es buscar un patrón original, como se hizo en los últimos años en el Priorat catalán, perfectamente diferenciado de los estándares de La Rioja o Ribera del Duero. De las cien hectáreas adquiridas por esta sociedad, sólo una parte está en plena producción, ya que ha sido preciso recuperar del abandono esta prestigiosa ladera del Bibei. Durante la vendimia, el proceso de entrada de la uva fue controlado en una mesa de selección atendida por más de una veintena de personas. La familia de Adolfo Domínguez es originaria del municipio de San Xoán de Río, próximo a la zona de Ribeira Sacra que eligieron para su bodega.