El hallazgo revela la importancia del edificio diseñado por Amphoux y Sabatini La investigadora que los descubrió cree que deben ser tenidos en cuenta para el auditorio
27 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.El cuartel de San Fernando de Lugo es el único edificio que se conserva en España de los cuatro que fueron construidos en la época de Carlos III para ser destinados a inválidos del ejército, según señaló ayer la investigadora María Jesús Regueiro Burgo, que localizó recientemente los planos en el Archivo General de Simancas cuando realizaba una investigación para su tesis doctoral sobre el Hospital de San Bartolomé. El hallazgo pone de relieve la importancia, calidad y el alto grado de conservación del inmueble. A juicio de la investigadora estos documentos deberían ser tenidos en cuenta para la construcción del auditorio. El autor del proyecto fue Bartolomé Amphoux, que era el ingeniero comandante del Ministerio de la Guerra para las regiones de León y Galicia. Sin embargo, según la investigadora, en el resultado final tuvo una influencia decisiva el arquitecto real de Carlos III, Francisco Sabatini. Como consecuencia de la nueva política de los borbones, tras la reciente profesionalización del ejército se precisaban nuevas instalaciones para alojar la tropa, por lo que la decisión de construir la de San Fernando fue tomada en enero de 1779 en el Palacio del Pardo por Carlos III y por el conde de Ricla, ministro de la Guerra. Los planos le fueron encargados a Amphoux, que ese mismo año ya vino a Lugo para inspeccionar el terreno y elaborar un informe previo al proyecto. El presupuesto previsto era de 320.000 reales, pero la obra que proponía el ingeniero militar tendría un coste de un millón de reales. Fue entonces cuando intervino Sabatini, que le hizo unas importantes correcciones hasta reducir su coste a medio millón. El inmueble quedó rematado en 1790. Pese a los cambios, que afectaron sobre todo a aspectos que le daban grandiosidad, el cuartel conservó una gran calidad constructiva, sencillez y funcionalidad, siendo el único levantado en Lugo en la Ilustración y el mejor edificio neoclásico no religioso. La principal modificación fue sustituir las bóvedas de piedra de las enfermerías y de los pabellones de los soldados por cubiertas de madera apoyadas en arcadas longitudinales, dadas las grandes dimensiones de las estancias. Todos esos elementos aún se conservan.