Los 200 vecinos del barrio están divididos entre los municipios de Cospeito ?y Vilalba, pero casi todos declaran sentirse de un mismo lugar
27 jul 2007 . Actualizado a las 02:00 h.vilalba | Son algo más de 200 habitantes que comparten un mismo espacio geográfico y, teóricamente, pertenecen al mismo barrio, O Santo, emplazado entre la parroquia vilalbesa de San Lorenzo de Árbol y la cospeitense de Goá. Sin embargo, las delimitaciones administrativas provocaron en su día que los vecinos de esta localidad perteneciesen a dos barrios distintos, a otras tantas parroquias y también a distintas delimitaciones comarcales.
Los residentes en la zona, en la ribera sur del río Churrillo, frontera natural entre Vilalba y Cospeito, pertencen a la capital de la comarca, mientras que los que se encuentra en la otra vera de la corriente fluvial son habitantes del segundo municipio. Además, el barrio recibe dos denominaciones, O Santo para la zona vilalbesa y Tumbo para la cospeitense, aunque esta última no es usada por nadie, ni sus residentes ni muchos menos por el resto de los chairegos.
La pertenencia administrativa a uno u otro concello no ocasiona los problemas de antaño, principalmente de carácter burocrático con muchas de sus fincas y propiedades, que podían ser reclamadas a efectos catastrales por las dos entidades municipales a las que pertenecen, Vilalba y Cospeito, respectivamente. Sin embargo, estos asuntos han pasado a la historia.
Diferencias
Lo que es asunto de actualidad de forma periódica son las diferencias entre ambos márgenes del río Churrillo, al pertenecer a distintas administraciones. Los vecinos empadronados en el Concello de Vilalba disfrutaron mucho antes de los servicios más esenciales, como la acometida de agua, alumbrado público y aceras que los que residen en Cospeito.
La resolución de cuestiones burocráticas en sus respectivos consistorios es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan, principalmente por razones de proximidad, ya que el consistorio más cercano a O Santo es el de Cospeito, ubicado a menos de diez kilómetros, en tanto que el de Vilalba se emplaza a quince.
Otro de los asuntos que los sigue separando es religioso, ya que los teóricamente vilalbeses han de celebrar sus bodas, bautizos y cualquier aspecto que les concierna en este apartado en la Iglesia de San Lorenzo, que se encuentra en zona próxima. Sus convecinos han de realizarlas en la capilla de San Urbano, ubicada a poco más de 200 metros del barrio.
Pese a las teóricas dificultades con que se puedan encontrar, lo cierto es que este barrio ha emergido en los últimos años como una de las zonas más prósperas de la comarca. En él sus vecinos disponen desde modernos talleres industriales hasta tiendas de moda, pasando por otros establecimientos que satisfacen sus necesidades más básicas.