El docente cree que para una res «acostumbrada a estar libre» tiene que ser muy estresante que la metan en una caja, la inmovilicen, le estiren el cuello y la giren
27 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Ciñéndose a aspectos meramente técnicos, el profesor titular de Higiene, Inspección y Control Alimentario de la Facultade de Veterinaria, Carlos Franco Abuín, considera que el animal sufre más al ser sacrificado por el rito Halal, ya que la angustia se multiplica en los momentos previos a la muerte. Con todo, precisó: «Hay que dejar claro que todo esto es especulativo, porque habría que ser animal para saber realmente que provoca más sufrimiento».
-Carniceros y matarifes islámicos afirman que una res sufre menos al ser degollada sin aturdimiento...
-Quizás el hecho en sí de la muerte es más rápido, pero en los preliminares sufre mucho más. El proceso de sujeción es muy estresante porque la meten en una caja báscula y la inmovilizan por completo. Le fijan la cabeza con un dispositivo hidráulico y le estiran el cuello hacia atrás. Después aún tienen que girarla para situarla en dirección a La Meca, antes de que una especie de sable o espada le corte la garganta. Para un animal que está acostumbrado a estar suelto, en libertad, debe ser una situación muy angustiosa. Creo que los judíos tienen un ritual similar, el kosher, aunque los rezos religiosos son diferentes y seguro que no colocan la res hacia La Meca.
-¿En qué consiste la matanza frecuente en los mataderos?
-También introducen el ternero en una caja báscula; pero está de pie, puede moverse un poco y tiene la cabeza más libre. No puede salir corriendo, pero al menos tiene cierta libertad. El procedimiento se realiza con una pistola de bala cautiva. Consiste en el disparo de un pistón metálico que entra en el cerebro y vuelve a salir. El matarife está en una posición más elevada y, si lo ejecuta con cierta pericia, el ternero cae de golpe porque pierde el conocimiento y no se entera de nada más. Después se proyecta hacia otra sala, donde se cuelga y se le dan los cortes para que se desangre.
-¿Cuánto duran uno y otro en tiempo?
-El rito Halal debe durar algo más. Desde que lo meten en la caja hasta que muere pasan unos minutos en que el animal sufre mucho. Él no se puede mover, pero lo están moviendo y se está enterando. La privación de libertad por inmovilidad es de lo peor que hay. En el otro, si el profesional que realiza el sacrificio es una persona con pericia, la res no está atada tanto tiempo, normalmente uno o dos minutos. Además, la inconsciencia es instantánea.
-La población musulmana solo consume carne Halal, ¿por qué rechaza la de animales que han sido aturdidos?
-En el rito Halal no se aturde al ternero, por lo que el corazón y la respiración siguen funcionando igual mientras se desangra. Algunas personas creen que de esta manera el sangrado es mejor. En cambio, con el aturdimiento el animal queda inconsciente y el Corán considera que ese tipo de carne no es pura.
-La ley 32/2007 de bienestar animal prohíbe el maltrato a los animales, pero por otro da luz verde a este tipo de prácticas «según ritos religiosos»...
-Algunos expertos opinan que la Unión Europea no debería haber permitido este tipo de sacrificio, pero es muy permisible con las creencias religiosas.
-¿Cómo se entiende que esa misma normativa prohíba las matanzas caseras a cuchillo?
-Una reflexión curiosa sería: «Si los ganaderos se inscribiesen como religión, les permitirían realizar prácticas similares como si fuesen ritos». Recuerdo que hace años en el Reino Unido un grupo había registrado como religión la guerra de las galaxias a raíz de las películas. Cabría preguntarse si cuando se prohíbe algo de manera tan rígida está aumentando el sacrificio fraudulenta.
-¿Ha visto el aparato Halal en Novafrigsa?
-Todavía no y tampoco es algo que esté deseando. Son dispositivos que cuestan alrededor de 100.000 euros, así que supongo que tiene que haber una demanda importante de gente dispuesta a comer carne de este tipo, en Lugo, pero también fuera de aquí. Se dice que es un mercado de futuro en Europa.