Los titulares de los negocios piden paciencia a los clientes porque no son capaces de atenderlos a todos con la urgencia en el servicio que les demandan
27 ene 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Después de la tempestad siempre viene la calma, en este caso para casi todos, menos para las aseguradoras, las empresas que se dedican a las reparaciones de daños, las cristalerías y los vendedores de generadores, que no dan abasto para atender a sus clientes y disponen de listas de espera, en algunos casos de varios días. Todos ellos piden calma porque no son capaces de cubrir todas las demandas al mismo tiempo y necesitan priorizar. Las condiciones tampoco son las más propicias para arreglar tejados.
José López de La Fuente, el responsable de Pizloga, una empresa que se dedica a las reparaciones de todo tipo de cubiertas, a las impermeabilizaciones y a instalar canalones, asegura que están desbordados y les resulta difícil contestar a todas las llamadas telefónicas que reciben solicitando un servicio. Las peticiones proceden de diferentes zonas de la provincia, pero especialmente de los municipios de la costa. No pueden ampliar la plantilla porque son días contados de trabajo y además necesitan mano de obra especializada que no es fácil encontrar con tanta premura.
De La Fuente reconoce que está un tanto agobiado porque las actuales condiciones climatológicas no permiten a los operarios realizar la mayor parte de las reparaciones que les piden. «Lo primero es la seguridad -insiste- y en estas condiciones no podemos subir a los tejados porque no podemos arriesgar».
Pizloga, al igual que el resto de las empresas que se dedican a las reparaciones, que son cada vez más como consecuencia de la crisis de la construcción, tienen a todos sus operarios trabajando y a los autónomos que colaboran con ellos.
El empresario lucense atendió ayer más de una veintena de llamadas durante la mañana de personas que demandaban sus servicios. Todos ellos reclamaban atención con urgencia. Había muchas personas a las que les llovía dentro de sus casas que querían solucionar el problema de inmediato.
«Atenderemos a todos y los atendermos bien-dijo- pero que tengan paciencia porque no podemos hace todo al mismo tiempo y especialmente mientras se mantenga este tiempo porque no podemos subir a los tejados con unas mínimas garantías».
Demoras en los generadores
Quienes están haciendo su agosto son las empresas que venden generadores. En buena parte de los casos no los están sirviendo al momento, dada la gran demanda existente y las dificultades para conseguirlos, sino con al menos un día de demora. Las ferreterías y firmas especializadas que se dedican a su comercialización venderían más aparatos si se los sirvieran los mayoristas.
Muchos ganaderos optaron por adquirir generadores para poder trabajar en las explotaciones, especialmente en las lácteas, dado que necesitan luz no sólo para ordeñar sino para mantener la leche refrigerada. En este invierno no es la primera vez que la falta de suministro eléctrico genera problemas y no están dispuestos a seguir asumiendo esta situación que recuerda al funcionamiento del campo gallego de hace varias décadas.