El gerente de Autocares Bernardo descartó ayer que el microbús en el que viajaban las jóvenes del Emevé circulara a 105 kilómetros por hora, puesto que el coche tenía un limitador de velocidad que le impedía alcanzar los 100 kilómetros por hora. A pesar de ello, el gerente admitió que el accidente se debió al exceso de velocidad y apuntó que el conductor pudo despistarse, aunque subrayó que era experimentado y que tenía todos los papeles y descansos en regla. El empresario afirmó estar muy afectado y en contacto permanente con el club de voleibol, después de la tragedia que hizo recordar las ocurridas en los años noventa en Guitiriz y en Besançon. » L3