El futuro de la planta de Leche Pascual sigue en el aire, aunque las partes relacionadas, con diferentes grados de implicación, mantienen sus posturas, que están conectadas entre sí. Por un lado, Jesús Lence, propietario y administrador único de Leite Río, confirmó, en declaraciones a Efe, el interés por la compra de la fábrica de Outeiro de Rei, aunque supeditado a ciertas condiciones.
En primer lugar, reconoció que no había recibido una propuesta firme de la empresa que aún es propietaria de las instalaciones. En segundo, subrayó que el interés estaba condicionado por el precio: la compra resultaría interesante «a precio de mercado», en tanto que con un precio de 28 millones de euros, cantidad que citó tomando como referencia ciertos comentarios, ni siquiera se tomaría en consideración esa posibilidad. Como ya publicó ayer este periódico, la propuesta que Leite Río estaría dispuesta a estudiar debería ser «viable y rentable».
Menores costes
Por otro lado, la jornada de ayer, en la que tuvieron lugar diversas acciones de protesta para denunciar el bajo precio de la leche, sirvió también formular para distintas opiniones sobre la situación del sector. Según recogía Efe, Leche Pascual destacó la importancia de los contratos homologados y de las primas para pagar un mejor precio a los productores, Leche Celta definió el paro como «un signo más» y Lence abogó por rebajar costes de producción.
La plantilla de la factoría de Outeiro de Rei reconoce, mientras mantiene su acampada, que las sucesivas intenciones no han ido acompañadas de «pasos reais» sobre el futuro de la planta. El objetivo -dijo Óscar Freire, portavoz- es que la fábrica «volva funcionar».