El Instituto Nacional de la Seguridad Social sacará a subasta los bienes de la empresa sarriana Javier Vázquez, que despidió a los empleados y cerró sus puertas el año pasado. La deuda contraída por la firma con este organismo asciende a 871.000 euros, pero el valor de las propiedades embargadas fue establecido en 1.960.000.
La subasta se celebrará en primera convocatoria hacia finales de marzo en la sede del INSS en Lugo. Las propiedades, casi todas de carácter inmobiliario, están distribuidas en nueve lotes distintos.
La mayor cuantía de los bienes que serán subastados corresponde a la nave que el empresario tiene en Betote, en la salida hacia Lugo, que la Seguridad Social valoró en en 757.000 euros. Con un precio de 600.000 también serán sacadas a subasta dos parcelas en la península de Canido, en el municipio coruñés de Oleiros, una de ellas tiene una casa unifamiliar en construcción pero en un estado de ejecución bastante avanzado, según algunas fuentes. Los restantes bienes están en la Gran Vía de Sarria e incluyen inmuebles con viviendas y bajos, uno de los cuales fue tasado en cerca de medio millón de euros.
Además de las contraídas con la Seguridad Social, las deudas de la empresa Javier Vázquez con la plantilla también dieron lugar a movilizaciones el año pasado, que arreciaron coincidiendo con las fiestas patronales de San Juan. Tras bastantes meses sin cobrar los salarios y sin que la empresa les diese una solución, los trabajadores recurrieron a la vía judicial, pero también este proceso se dilató debido a que el día fijado para el acto de conciliación la empresa envió a un representante que carecía de competencias para negociar.
El proceso siguió adelante y el 16 de julio se celebró el juicio cuya sentencia reconoció a los trabajadores el derecho a una indemnización de 45 días por año trabajado, además del abono de las mensualidades pendientes de cobrar antes del cierre formal de la empresa.
La mayoría de la plantilla no percibía su salario desde noviembre del 2008. La sentencia también estableció como período de vacaciones desde mediados de julio hasta el 2 de agosto, con lo que la deuda con la mayor parte de los empleados equivalía a cerca de diez mensualidades, a abonar por la firma y por la Seguridad Social.