Con solo dos generaciones los Pita abarcan prácticamente toda la evolución de la música de las fiestas desde hace casi 70 años, desde las bandas a los grupos actuales
21 mar 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Cuando la mayoría de los componentes de la orquesta Acordes afirman que son una familia no están recurriendo a una frase hecha para manifestar lo bien que se llevan, expresan la estricta realidad. En su fundación y progresión participaron nada menos que un padre, Marcelino Pita Somoza, y seis hijos.
Marcelino conoció y vivió toda la evolución de la música de las fiestas populares: cuando comenzó, los músicos cargaban con sus instrumentos caminando horas para actuar a muchos kilómetros de distancia de sus casas a cambio de muy pocas pesetas; cuando se jubiló, la vida de los músicos también seguía siendo muy dura pero los desplazamientos son en furgonetas con aire acondicionado y actúan en escenarios propios que valen más de 400.000 euros. Entre uno y otro extremo, ahora se divierte tocando el saxofón en la charanga Os Amigos de Manolo, en la que también toca su hijo mayor, Marcelino, el primero que siguió sus pasos en el mundo de la música y al que sucederían sus cinco hermanos.
Los orígenes de la orquesta Acordes son, evidentemente, los del propio Marcelino. En los años 40, todavía un niño, comenzó a estudiar música en su pueblo natal de Grolos, de la mano de los de la anterior generación y tocó en la Banda de Guntín, cuyo radio de actuación abarcaba desde O Saviñao hasta Lugo. También tocó en un cuarteto y en los 70 fundó, con dos cuñados, la orquesta Peñalara, a la que ya se incorporaron los tres hijos mayores, Marcelino, Armando y Francisco.
Como los gustos habían cambiado bastante e incluso el propio nombre se había quedado desfasado, en 1987 la Peñalara desapareció para dar paso a Acordes, haciéndose cargo de la dirección Armando, que ahora ya está empezando a planificar el 25 aniversario, que pretenden celebrar con una gran gala en la que participen todos los músicos que pasaron por la orquesta hasta la actualidad.
El cambio también coincidió con la implantación de las agencias de contratación y a partir de ahí llegaron los equipos de luces y de sonido de buena calidad, los escenarios móviles, las páginas web y los clubes de fans. A todo ello se sumó Acordes. «A pesar de todo, para aguantar esta vida tenche que gustar moito», dice el director. La técnica no suple los ensayos todo el año salvo el mes de vacaciones, que son de siete u ocho horas semanales, además del estudio individual de los temas.