La industria láctea se reestructura

Dolores Cela Castro
Dolores Cela LUGO/LA VOZ.

LUGO

En el último año y medio se produjeron cambios significativos que han generado en Lugo a un marco diferente en las relaciones ganadero-empresario transformador

06 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Cierres de granjas, vinculados a la caída de los precios de la leche, -0,27-0,28 euros el litro de media, lo que la hacen un producto bastante más barato que un litro de refresco-, cambios de titularidad en las industrias y operaciones de márketing en un mercado en la que la competencia no da tregua fueron los aspectos más relevantes en el último año y medio en el sector lácteo. La transformación en la provincia durante este periodo fue significativa y generó un nuevo marco de relaciones. Desapareció la planta de Pascual en Outeiro de Rei.

Después de meses de incertidumbre, el grupo burgalés -además de presentar oferta para la compra de otra planta en Lugo, la de Puleva cuando aún no había acabado de cerrar la operación con Alimentos Lácteos- está buscando nuevos mercados para sus productos en Asia y sigue manteniendo un grupo selecto de ganaderos en Galicia para mantenerse en la plaza. Pascual alquiló las instalaciones de Outeiro, con opción de compra, a una sociedad anónima, que nació no exenta de polémica, Alimentos Lácteos, que está en pleno proceso de desarrollo de un proyecto que implica a 2.500 familias del sector.

Puleva, otra de las industrias con peso específico en la provincia, vendió sus plantas españolas, Nadela incluida, al gigante francés Lactalis.

Los galos han ido ganando terreno en el sector y no desaprovechan oportunidades para sumar, prueba de ello fue la compra de Forlasa para convertirse así en líder en la fabricación de queso manchego.

El gigante Lactalis se mantiene alertagado, pero es probable que después del verano, cuando se formalice la compra y cuente con todas las bendiciones oficiales que necesita, comience a despertar y a hacer valer su posición predominante, tanto dentro del sector como de puertas para adentro.

Nueva factoría en Vilalba

Los movimientos en la industria láctea lucense se completan con la próxima puesta en marcha de la vallisoletana Entrepinares, que ya realiza pruebas en la primera fase de la industria que está montando en el parque empresarial de Vilalba. El proveedor de Mercadona pondrá en el mercado a finales de este año un nuevo tipo de queso, Havarti. Ya ha contratado personal y captado ganaderos para garantizar la producción.

El grupo lucense Leite Río, uno de los pilares del sector en Lugo y en Galicia en recogida, afronta la situación actual tratando de abarcar todos los segmentos del mercado.

Por un lado, a través de sus marcas, especialmente Leyma Natura, su gran apuesta para llegar a un tipo de cliente que busca productos de mayor calidad y más naturales; y por el otro, compitiendo en la vorágine nacional para conseguir contratos con las grandes cadenas de distribución para envasar marcas blancas.

Regularizar la producción

En esta doble apuesta, a cuyo carro también trata de sumarse Alimentos Lácteos, el empresario lucense pretende conseguir varios objetivos, entre ellos regularizar la producción, fomentando la existencia de granjas denominadas sostenibles, con base territorial, lo que supone menos de dos vacas por hectárea y alimentación a base de forrajes, con un complemento de lino.

Esta nueva tendencia no la descubrió el empresario lucense, que tuvo que hacer frente a una denuncia por plagio, presentada por Corporación Alimentaria Peñasanta, que perdió el pleito. La apuesta supone un importante cambio radical en la orientación de las explotaciones, que ha llevado a más de una y de dos a una situación muy complicada como consecuencia de las inversiones realizadas para afrontar una producción de leche intensiva, que incluía una alimentación cara, que no parece la más acertada en la época de vacas flacas, en todos los aspectos, que vive la economía en estos momentos.

Alimentos Lácteos, con su marca Deleite, pretende rentabilizar su base cooperativa para hacerse un sitio en el mercado y llegar a una clientela sensibilizada con los problemas del ganadero. Su otra apuesta, Muuu, la marca de bajo coste, es la actividad de subsistencia, junto con el envasado de marcas blancas. Pascual, que se comprometió inicialmente a colaborar en la puesta en marcha del proyecto con un contrato para PMI, a estas alturas del año no ha hecho ningún pedido.

Alimentos Lácteos generó una serie de expectativas en el sector con su puesta en marcha, como la posibilidad de que desapareciera de las carreteras gallegas el trasiego de cisternas de leche a bajísimo precio, procedente de cooperativas que no tenían a quien vendérsela.

Éste, según el industrial Jesús Lence, era uno de los más serios problemas del sector, que hacía que la leche se cotizara tan a la baja.

Sociedad anónima

La sociedad anónima integrada por ganaderos está tratando de abrirse camino en un mercado de por sí ya complicado, en el que no faltan pisotones y prácticas de dudosa competencia.

Mientras tanto, en medio de una crisis como la actual, el consumidor de leche mira con atención los precios de los lineales de los supermercados, con indecisión. La opción de compra no parece fácil a la hora de optar por una marca o por otra. Las grandes y de prestigio han tenido que reducir precios y además casi todas envasan marcas de distribución «con los mismos parámetros de calidad» que las primeras marcas.