El cantante deleitó con temas de su último disco «Vinagre y rosas» y grandes ?éxitos a miles de fans lucenses en el concierto más multitudinario de las fiestas
12 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Muy poca gente tiene por costumbre leer poesía, pero muchísima gente escucha a Sabina todos los días. Y hay, incluso, quien no duda en ponerse un sombrero bombín para homenajear a su poeta preferido y cantar junto a él eso de «por el bulevar de los sueños rotos, vive una dama de poncho rojo, pelo de plata y carne morena. Mestiza ardiente de lengua libre, gata valiente de piel de tigre, con voz de rayo de luna llena».
Este tema, Por el bulevar de los sueños rotos , fue el primero con el que los miles de fans de Joaquín Sabina enloquecieron, literalmente, en el pabellón Universitario, cuarenta minutos después de que el cantante pisara el escenario e inaugurara el concierto más concurrido y aplaudido de todo el San Froilán. Aunque minutos antes de que comenzara el recital la taquilla todavía tenía entradas, puede decirse que si no llenó el pabellón, faltó muy poco.
Ataviado con bombín y traje azul añil, Sabina inauguró el espectáculo con el primer tema de su último disco Vinagre y rosas -que también da nombre a la gira- Tiramisú de limón . A continuación, llegó el turno de Viudita de Cliqout , cuya letra termina con un «mi manera de comprometerme fue darme a la fuga» y un apagón de las luces del escenario que el cantante aprovechó para enfundarse la guitarra y animar al abarrotado pabellón a cantar la pegadiza letra de Ganas de : «Y yo me muero de ganas de decirte que me muero de ganas de decirte que te quiero».
El amor incondicional que le profesan sus fans facilita que Sabina no tenga que esforzarse en exceso para desatar sus pasiones pero, a pesar de ello, el cantante echa manos de trucos manidos, pero infalibles. Después de un primer «Boas noites Lugo» el cantante se arrancó con un «que no se me olvide deciros: todos nosotros somos muy devotos de San Froilán. ¡Viva San Froilán! Estamos aquí después de la resaca del Domingo das Mozas, con más resaca que mozas, porque lo único que vimos fue trajes regionales. Y estuvimos en las casetas del pulpo... Todo esto para deciros que estamos encantados de estar en Lugo».
Como era de esperar, hubo un aplauso unánime solo interrumpido por los primeros acordes de Medias negras y, mucho más cantada todavía, Aves de paso, en la que, saltando, Sabina demostró que energía no le falta. El único problema es que la acústica del pabellón no le acompañó tanto como los espectadores hubieran deseado, ya que en ocasiones las letras apenas se entendían.
A pesar de ello, sus acérrimos no necesitan oír mucho para reconocer, en cuanto suena el primer acorde, títulos como Peor para el sol o Por el bulevar de los sueños rotos , que introdujo con una sincera devoción hacia la mexicana Chavela Vargas. Con todo el pabellón a sus pies, el de Úbeda fue introduciendo otros grandes éxitos como Llueve sobre mojado o Mucha policía y solo abandonó unos instantes el escenario más de una hora después del recital, para dejar que Pancho Varona cantara Conductores Suicidas y la corista, Marita, otro tema del último disco. Al poco, Sabina volvió y dijo, de nuevo, que «con la que está cayendo, es un milagro que estén aquí».