Darío Rivas impulsa una querella en Argentina contra el franquismo
19 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.Darío Rivas Cando (Loentia, Castro de Rei, 1920) pasa unos días de vacaciones frenéticas en las tierras lucenses. Dejó por unos días Buenos Aires, pero no para descansar, sino para poner más ardor en su lucha: conseguir que los asesinatos de la dictadura franquista sean juzgados. «Lo que no ha conseguido mi amigo el juez Garzón porque lo apartaron con una querella, está a punto de llevarlo a cabo la justicia argentina, para sonrojo de las togas españolas», asegura Darío Rivas. Su padre fue fusilado una noche de 1936 y el cadáver, enterrado en una fosa común al lado de la iglesia de Cortapezas, en Portomarín. Hace un lustro que consiguió desenterrar sus restos y colocarlos dignamente en el cementerio de Loentia junto a los de su madre, pero su lucha no se detuvo, sino que pretende que todos los enterrados en las fosas comunes puedan tener la misma dignidad que su padre. Y a sus 91 años, sigue haciéndolo desde Argentina, o desde su tierra natal cuando está de vacaciones.
-Se le ve tan implicado en la lucha que se adivina perfectamente que no está de vacaciones.
-Mi viaje a España tiene como objeto conocer el desarrollo de la querella que presenté en Buenos Aires por medio de la justicia internacional ante la justicia de España para enjuiciar a la dictadura franquista por crímenes de lesa humanidad. Nada más.
-¿Qué tiene que decirle a quienes piensan que si se remueve el pasado, no se olvidará nunca?
-La cultura dominante en España ha sido la del olvido, ha habido una resistencia a mirar el pasado porque piensan que la memoria crea problemas, cuando es la condición para alcanzar soluciones. Todas las memorias de España, de la Guerra Civil y del sufrimiento tendrán como último refugio la memoria de los españoles. Somos seres con memoria, sin ella no seríamos nada. Mi petición de juicio a la dictadura franquista y sus aliados, el nazismo y el fascismo, trata de transmitir el conocimiento de la verdad histórica, como ya lo pidieron oportunamente Ortega y Azaña. El pacto de silencio en que hubo de envolvernos el regalo de la transición no respalda a la demanda de las organizaciones humanitarias, que sostienen que las violaciones de los derechos humanos constituyen crímenes de lesa humanidad, por lo cual no prescriben y deben ser juzgados. Lo más importante no es buscar castigo para los culpables; sufriremos mucho menos si convertimos a nuestros muertos en héroes.
-¿Qué trámites avanzaron en España y Argentina tras haber presentado usted y otros colectivos la demanda?
-Aunque apartaron al juez Garzón del caso, el 14 de abril de 2010 presenté ante la justicia argentina la demanda contra los crímenes de la dictadura franquista, exigiendo la aplicación del mismo principio de justicia universal que permitió al juez Baltasar Garzón retener a Pinochet en Londres en octubre de 1998. Desde Argentina le reclamaron a la justicia española los trámites que había realizado sobre este asunto y el pasado 13 de abril, por fin llegaron allá esos informes, aunque con mucha demora, y tras una petición de agilidad por vía diplomática. Ahora mis abogados lo analizarán y veremos como seguir.
-Parece dispuesto a continuar hasta donde haga falta.
-Si la justicia de España no avanza en la causa contra la dictadura, y si no lo consiguiésemos a través de la corte de Argentina, iremos ya al tribunal internacional de La Haya. El principio de jurisdicción universal exige dos premisas, que se cumplen en este caso: que sean delitos de lesa humanidad, y que el país donde se produjeron los hechos se oponga a juzgarlos, que es lo que está pasando en España realmente.
-Pero hay algunos casos judiciales abiertos y se están excavando algunas fosas.
-Sí, parece que hay un juez en Zamora que está llevando algunos procesos adelante, pero eso es casi anecdótico. En España hay actualmente 2.500 fosas con muertos que están localizadas y sin investigar. Hay más de 110.000 muertos y 40.000 niños. Es inconcebible que en tantos años no se haya hecho nada; unos porque ya perdieron los sentimientos y otros por comodidad. El pueblo español aparenta una cosa y luego hace otra. Tenía razón aquel que dijo que dejaba todo atado y bien atado, porque así sigue. Y en cierta manera, como ya dijeron algunos pensadores, seguimos presos de aquella dictadura.
-¿De donde saca fuerzas y dinero para seguir con esta lucha después de tantos años?
-No lo sé, pero seguiré con ello mientras pueda, aunque me ha complicado la vida. Pero lo que más me complicó la vida fue el asesinato de mi padre.
darío rivas cando hijo del alcalde de castro de rei fusilado en el 36
«Se cree que la memoria crea problemas, y es la condición para hallar soluciones»
«Sufriremos mucho menos si convertimos a nuestros muertos en héroes»