Un nuevo caso de muerte masiva de truchas en un río ha tenido lugar en la provincia. Después de que en Monterroso muriesen el pasado lunes más de 1.300 ejemplares de esta especie animal, ayer cientos de truchas yacían muertas en las orillas del río Magdalena a su paso por Vilalba. El causante parece ser, una vez más, un vertido de la depuradora de aguas residuales de la localidad.
Aunque todavía no hay una cifra exacta del número de ejemplares muertos, se calcula que pueden ser más de 200. Una cuantía bastante inferior a la que se registró en Monterroso, pero igual de dañina para el medio ambiente. En este caso, el principal problema es que durante los últimos años ya ha habido varios vertidos de este tipo.
Los primeros análisis que realizaron ayer los técnicos de Medio Rural indican que este nuevo desastre ecológico se puede deber a que las aguas residuales y fecales de la depuradora de la localidad se vertieron al río a causa de las lluvias de estos días. Al llegar al Magdalena, el escaso caudal hizo que, como sucedió en el caso de A Ulloa, las partículas fecales de estos líquidos consumieran en poco tiempo el oxígeno del río haciendo que las truchas muriesen ahogadas.
Truchas de medio metro
Prueba de esta contaminación son las compresas, pañales y otros residuos propios de la actividad humana que ayer aparecieron a las orillas del Magdalena. El punto en el que se amontonaba mayor cantidad es el que se encuentra entre el área recreativa y la presa del Rañego. Un tramo de un kilómetro que cuenta en sus proximidades con la depuradora que podría ser la causante del vertido.
Por ahora, a la espera de que las pesquisas den más datos acerca de este suceso, cientos de truchas de cerca de medio metro de largo yacen en el río a la espera de que alguien ponga una solución a los vertidos. Mientras tanto, los pescadores piden que se apuren los trámites para instalar nuevos métodos con los que poder proteger un río que, después de este desastre, costará varios años volver a repoblar.