El 11 de septiembre, Javi rey pasó por el quirófano. Mediante una artroscopia le fue eliminada la calcificación que se le había formado en el tobillo y que tantos problemas le había dado desde el final de la pasada temporada. El centrocampista de Poio se encuentra enfrascado en la primera fase de la recuperación (con sesiones de piscina y bicicleta estática). Su firme intención es alcanzar una recuperación total, sin marcarse una fecha para reaparecer. Porque tiene entre ceja y ceja un sueño: «Este tiene que ser mi año».
De momento, se encuentra en su casa, arropado por su familia, para continuar con el proceso de readaptación, mientras sigue con muletas, y aún no puede conducir. «Estuve una semana sin poder apoyar, pero fue todo bien. Cada vez tengo menos molestias», explica Rey.
En el quirófano
«La operación duró hora y poco, pero después estuvo cuatro horas en la UCI, hasta que recuperé la movilidad», explica. Recibió anestesia epidural, y fue sedado, hasta el punto de que llegó a preguntar. «¿Empezáis ahora?», justo cuando la intervención había terminado.
«Me limaron el pico que se había formado y me limpiaron la zona, según me explicó la doctora [Luisa Ibáñez, que dirigió la operación]», resalta Javi. El plazo que le dieron para volver a entrenarse con normalidad es de 6 a 8 semanas. «No quiero tomármelo con prisa. Lo primero es estar bien», confirma. En su primera revisión se comprobó que la evolución marchaba según las previsiones marcadas. La próxima, la tendrá el 2 de octubre.
Mientras, continúa con su carrera de Magisterio (ya está en el segundo curso), y sufre en la distancia al no poder ayudar a sus compañeros desde el campo. «Demasiado. Solo se sabe lo mal que se pasa una vez que lo vives», asevera. Además, cree que estas dos últimas derrotas son «solo una mala racha».
Y cuenta los días para su recuperación, apoyado en su familia. Cree que puede tener un hueco en el equipo y demostrar su fútbol, del que ya dejó importantes pinceladas la pasada campaña: «Sé que hay mucha competencia, pero cada uno de nosotros tenemos perfiles distintos».