
La Diputación cuida el edificio y lo mantiene vigilado con vídeo
19 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Centro Rehabilitador San Rafael, hospital psiquiátrico... El nombre es lo de menos. El edificio, situado en Castro de Ribeiras de Lea, es conocido sobradamente por la función que desempeñó durante décadas, pero también, aunque menos, por un cierre que lo dejó sin actividad ni perspectivas de recobrarla. Solo el mantenimiento de las instalaciones conserva en pie un inmueble que también ha protagonizado polémicas en los últimos años, debido precisamente a su cierre.
final
El adiós, en febrero del 2012. Los internos abandonaron las instalaciones en febrero del 2012. El hospital de Calde pasó a ser su destino, con lo que se clausuraba una historia que había tenido su inicio en la década de los cincuenta, siempre con ese papel asistencial. El traspaso de los hospitales de la Diputación a la Xunta explicaba esa situación, aunque los edificios, entre ellos el de Castro de Ribeiras de Lea, continuaron en manos del organismo provincial.
mantenimiento
Vigilancia las 24 horas. El cuidado del edificio, que es propiedad de la Diputación, se divide en dos partes, día y noche. El trabajo diurno corresponde a las brigadas de mantenimiento del organismo provincial, que incluso, ya con el hospital cerrado tras la marcha de los residentes, ejecutó algunas obras de mejora y de restauración en las instalaciones. El trabajo nocturno consiste en un servicio de vigilancia que está conectado con la sede de la Diputación. Se trata de un sistema que transmite información en todo momento, lo que permite disponer de alertas de cualquier incidencia. Un cartel colocado en la carretera por la que se accede al edificio desde la LU-113, un tramo de pocos centenares de metros, informa de la existencia de sistema de vigilancia.
abandono
Fudace tuvo un proyecto, pero renunció por falta de ayudas. La Fundación de daño cerebral (Fudace) contó con un proyecto para utilizar el edificio. Su intención era la de rehabilitarlo y usarlo para ampliar sus actividades. El organismo cuenta con una residencia para personas con daño cerebral que está situada muy cerca de ese inmueble, justo al otro lado de la carretera LU-113. Sin embargo, sus planes, a los que la Diputación mostró su disposición a colaborar, no encontraron respuesta económica en la Xunta, con lo que ese propósito está abandonado. Así lo reiteró, en días pasados, el presidente de la fundación, Luis Abelleira