Enrique Domínguez: «Los antiinflamatorios tienen un techo analgésico y hay sobreabuso de ellos»

LUGO

La unidad del HULA informará a otras especialidades de nuevas técnicas
02 abr 2014 . Actualizado a las 06:53 h.La Unidad de Dolor de Lugo, que atiende a diario tres casos nuevos y entre 12 y 15 revisiones, organizó para mañana un curso sobre el tratamiento del dolor en el paciente musculoesquelético. Intervendrán Xoán Miguens, especialista del área de rehabilitación del hospital de Monforte; Concepción Pérez, jefa de la unidad de dolor del hospital La Princesa, de Madrid y Enrique Domínguez, anestesista del HULA. Reunirá a más de 70 especialistas en rehabilitación, traumatología, reumatología, urgencias y atención primaria. Una de las claves que aportarán está dirigida a los pacientes que tienen que aguardar a los resultados de pruebas diagnósticas, sin que reciban tratamientos para sus dolores específicos.
-¿Por qué estas especialidades?
-El dolor no entiende de especialidades. El tratamiento necesita de todos nosotros, es multidisciplinar. Con el curso queremos informar de los últimos tratamientos y técnicas no quirúrgicas para abordar el dolor. En este curso estará centrado en el musculoesquelético, pero también está previsto tratar sobre el neuropático, que es muy específico. Muchas veces los propios especialistas no conocen suficientemente las nuevas técnicas no quirúrgicas que aplicamos en la Unidad de Dolor de Lugo. Queremos mostrárselas y que le pierdan el miedo a alguna de ellas, como a los derivados mórficos, que también rechaza en muchos casos el paciente, por desconocimiento del plus de calidad que aportan.
-¿Cómo tratan el dolor?
-Los médicos disponemos de lo que se denomina escalera analgésica de la OMS, que está estructurada en tres niveles. La mayoría de los pacientes se queda en el primer escalón. En él están los antiinflamatorios, que tienen un techo analgésico. Existe un sobreabuso de ellos y cuando no se consigue más eficacia, hay que recurrir al segundo y al tercer escalón. En el curso lo que pretendemos es informar a los especialistas y a los médicos de atención primaria que hagan mejor y mayor uso del tercer escalón, en el que utilizamos los opioides, en beneficio del pacientes. Somos especialistas en este segmento. En el cuarto figuran las técnicas quirúrgicas que bloquean los nervios que transmiten la sensación de dolor.
-¿Decía antes que había reticencias al uso de opiáceos?
-Existe un cierto grado de reticencia a este escalón. Posiblemente en parte por desconocimiento de su manejo. Nosotros somos anestesistas por formación y dominamos las técnicas. Los bloqueos nerviosos son muy habituales en los quirófanos. Somos muy pocos los que nos dedicamos al tratamiento del dolor en Lugo, de una plantilla de 30 anestesistas nos dedicamos a ello cinco.
-¿Cómo deciden qué aplicar en cada caso?
-Primero hacemos un diagnóstico del cuadro clínico del paciente y analizamos cuál es el mejor abordaje farmacológico y el escalón que le corresponde. Las decisiones las tomamos en las primeras citas. Muchos solucionan el problema con los fármacos del segundo y del tercero. Otros se benefician del cuarto, con técnicas quirúrgicas para las que contamos con aparataje puntero.
-¿Atienden todos los casos que reciben?
-El principal problema es la saturación del sistema. Tenemos una demanda altísima y lista de espera en algunas técnicas. Pese a ello no nos llegan todos los pacientes cuyo dolor es susceptible de tratamiento en nuestra unidad. No podemos olvidar un dato: la prevalencia del dolor musculoesquelético es del 27%. Es la que genera más del 40% de las incapacidades laborales. Son además las de mayor duración y los cuadros crónicos son recidivantes. Suponen para el sistema entre 13.000 y 16.000 pacientes. Cuando el paciente llega al sistema el médico de cabecera lo deriva al especialista y este le pide pruebas para determinar si el problema es susceptible de cirugía. Transcurre un tiempo, a veces muy prolongado, en el que no recibe tratamiento específico para el dolor. A los que no se benefician de la cirugía, la alternativa que les queda es la unidad de dolor.
enrique domínguez anestesista, especializado en el tratamiento del dolor