El Juzgado Penitenciario, en la última planta, no reúne seguridad
25 ene 2015 . Actualizado a las 05:15 h.El edificio de la Audiencia Provincial de Lugo presenta graves carencias en materia de seguridad. La instalación, que tiene cuatro plantas, carece de una escalera de evacuación antiincendios. El personal, en caso de producirse un fuego, tendría que utilizar las escaleras principales interiores, lo cual podría suponer un grave riesgo para su integridad, según los expertos en cuestiones de seguridad.
A mayores, en algunas plantas no existen mangueras que puedan ser utilizadas por los bomberos en caso de necesidad. Eso sucede en la cuarta planta donde se ubica el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. Aparentemente solo dispone de un extintor de tamaño mediano, colocado en el pasillo.
La planta en la que se ubica este juzgado está bajo la cubierta. Según algunos trabajadores, no reúne los requisitos mínimos de seguridad e higiene laboral. De hecho, en su momento fueron repetidas las quejas porque en verano los funcionarios se achicharraban de calor por falta de un sistema de ventilación adecuada.
La situación en la que se encuentra la Audiencia Provincial se une a la del edificio de los juzgados que no dispone de licencia de apertura porque no reúne las condiciones de seguridad adecuada. «¿Por dónde saldría en caso de incendio?». Esa pregunta fue trasladada el pasado viernes a varios funcionarios y uno de ellos fue claro y tajante: «Hay dos opciones. Una, por las únicas escaleras que hay, y otra, por la ventana, y no es plan». No están señaladas, ni siquiera las puertas de emergencia porque, sencillamente, no las hay.
La planta primera es la que mejores condiciones presenta porque tiene dos salidas con escalera en ambos casos interiores. La situación se complica en las siguientes. Una evacuación tendría que hacerse única y exclusivamente por las únicas que fueron habilitadas y que dan acceso también a los dos ascensores de que está dotado el inmueble.
Polémica inauguración
La Audiencia Provincial fue objeto de una profunda reforma. La inauguración se produjo en la primavera del año 2007 después de una inversión de dos millones de euros. El acto oficial resultó muy polémico porque la junta de personal había denunciado que el edificio carecía de un plan de evacuación, además de otras múltiples deficiencias que deberían ser subsanadas, lo que no llegó a suceder. Explicaban los trabajadores que se vulneraban diversas medidas de seguridad y decían que, curiosamente, las autoridades competentes sí las hacían cumplir en otros inmuebles.
Algunos funcionarios explicaron que posiblemente muchas dependencias del edificio del alto tribunal lucense fueran totalmente ilegales, como es el caso de la planta sótano y de la cuarta. «Noutras circunstancias serían clausuradas», apuntó un trabajador.