
Llegó a tener 48 trabajadores, que ahora embargaron sus bienes
19 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El grupo Cefovial, que aglutina a la Autoescuela Fontiñas y Cefovial Formación, Cefosalud y Desabolladuras Express Vehículos S.L., entre otras empresas, hace ya tiempo que no prepara alumnos para presentar a los exámenes de conducir. Según algunas fuentes, no puede hacerlo desde que dejó de disponer del número suficiente de profesores de alta en la Seguridad Social y de los vehículos mínimos para prácticas. Lo dejó antes de que Tráfico le retirara la licencia por incumplir el reglamento. Cuando empezaron los retrasos continuos en el pago de las nóminas, aproximadamente la mitad de la plantilla, unos 30 trabajadores, buscaron otro empleo. La otra mitad empezó a reclamar sus derechos en los juzgados sociales y a solicitar la extinción de sus contratos. Como consecuencia de las sentencias judiciales empezaron los embargos de vehículos y de fincas, con varias ejecuciones en marcha y los oficios para precintar autobuses, remolques y otros vehículos.
Sin vehículos y profesores la autoescuela no podía seguir operando en el mercado, al no poder presentar los alumnos a examen.
Relación complicada
Ahora el grupo empresarial, que formaron Anselmo Murado Linares y su socio Daniel Fernández, se encuentra en una situación muy complicada. Quienes en septiembre del año 2001 pusieron en marcha un proyecto común, que creció como la espuma a partir de la Autoescuela Lagos, un local de 80 metros cuadrados y dos alumnos, no mantienen ahora, según diversas fuentes consultadas, una relación mínimamente fluida, sino más bien todo lo contrario. Algunas fuentes apuntan a que uno de ellos testificó en juicios promovidos por los trabajadores, a favor de estos.
Las denuncias presentadas por ex alumnos de la Autoescuela Fontiñas no causaron sorpresa en su entorno, que asistía con perplejidad a un crecimiento que consideraban desmedido en el sector. Los dos socios, que se conocieron cuando ambos asistían a clases de seguridad vial en A Coruña, abrieron autoescuelas en Lugo, Ribadeo, Sarria, Guitiriz, Vilalba, Muimenta, Palas, Monforte, A Fonsagrada y Pobra de San Xiao.
Fontiñas adoptó una política muy agresiva de precios para tratar de atraer clientela.
El grupo que formaron Anselmo Murado y Daniel Fernández compró en el año 2011 la veterana autoescuela Colupa, de base cooperativa. En aquel momento justificaron la compra en tratar de evitar que aterrizara en el mercado lucense de la formación vial una empresa de A Coruña, una de las ciudades en las que resultaba más barato sacar el permiso de conducir. Por aquel entonces ya contaban con una plantilla de 40 trabajadores y tenían 10 secciones abiertas por toda la provincia. La flota de vehículos con la que impartían las prácticas de conducir ascendía a 40, de los que 16 eran turismos.
La compra de Colupa concidió con la incorporación al grupo de los hijos de los fundadores, que asumieron puestos de responsabilidad en la empresa.
Cierre de centros
Poco después del cierre de la operación con los antiguos socios de Colupa, Cefovial anunciaba que la antigua autoescuela iba a seguir operativa, que mantendría a los profesores, alguno de los cuales eran socios de la empresa. Pero el centro de formación vial cerró poco después, al igual que lo fueron haciendo paulatinamente el resto de los que funcionaban por la provincia, y ahora los de la ciudad.
crónica orígenes y crisis del mayor grupo de formación vial
Justificaron la compra de Colupa para evitar que entrara una empresa coruñesa
Murado, empresario emprendedor que podría haberse pasado a la hostelería
Quienes conocen a Anselmo Murado lo califican de empresario con grandes dotes para el emprendimiento. Algunas fuentes lo sitúan ahora en el sector de la hostelería. Su presencia es habitual en una cafetería de la Ronda da Muralla, al lado de sindicatos, que al parecer, pertenece a su hijo. De este también podría ser una autoescuela que funciona desde hace apenas unos meses en la calle Ramiro Rueda, al igual que una tienda de bicicletas en la avenida de A Coruña, en la que desde hace días figura un cartel que comunica el traslado, sin destino.
Anselmo Murado se metió también en otros proyectos como la compra de la emblemática Recambios Bourio, de venta de motos de diferentes marcas y se hizo además con Global Motera, en O Ceao, para ventas en Internet. Al poco tiempo planteó un ERE, que posteriormente retiró.
Cuando fueron cambiando las tornas, los profesores, a medida que se acumulaban las nóminas impagadas, buscaron un puesto de trabajo en otras empresas. Contribuyó a ello, según algunas fuentes consultadas, el hecho de que además de tener que reclamar el pago del salario, tenían también problemas para repostar los vehículos de la academia porque, parece ser, no les fiaban en ninguna gasolinera por las deudas acumuladas.
Problemas de antiguo
Los alumnos también recurrieron a otros centros para poder acabar de sacar el carné de conducir cuando se encontraron la autoescuela cerrada a cal y canto. Estos últimos acontecimientos son más recientes. De hecho en la empresa todavía queda algún operario en activo, a la espera de un desenlace. El resto de los problemas de liquidez el grupo los arrastra desde hace ya bastante tiempo.
Uno de los mayores centros de formación de la provincia
El centro de formación de O Ceao y la cafetería anexa, que pertenecen a la misma empresa, siguen funcionando. Eso sí, a un ritmo muy inferior de trabajo a cuando las diferentes empresas del grupo Cefovial recibían un elevado porcentaje de los cursos de formación que se impartían en la provincia de Lugo. Propios, y para otras organizaciones.
La empresa consiguió homologaciones para impartir todo tipo de cursos de formación. Las últimas incorporaciones que tenían previstas eran las del ámbito sanitario.
Recortes
La situación se complicó todavía más cuando las administraciones introdujeron los recortes en las subvenciones para los cursos de formación. Todas las organizaciones que las impartían se vieron afectadas.