700 jóvenes aprendieron en el 2014 hábitos alimenticios y sociales positivos en los talleres que imparte Cruz Roja
23 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Que niños y adolescentes se den cuenta de que los rostros y los cuerpos que lucen en las revistas personajes como Brad Pitt, Penélope Cruz, George Clooney o Jennifer López no son reales sino que son fruto de la cirugía plástica o están retocados por programas informáticos como el Photoshop es uno de los objetivos de los talleres de educación para la salud que imparten técnicos y voluntarios de Cruz Roja en Lugo. «Nos obradoiros tócase o tema da publicidade enganosa para romper cos ídolos perfectos que teñen na súa cabeza, e que poden causar moitos estragos», apunta la técnico de Xuventude Isabel Herrero. En el año 2014, cerca de 700 chavales de toda la provincia pasaron por estas actividades, en las que también se trabaja sobre hábitos alimentarios, sexuales y sociales. Los conceptos y las explicaciones se adaptan a la edad de los participantes, pero entre las herramientas que se utilizan destacan las canciones, los anuncios publicitarios o los juegos de palabras a través de los que descubren que la mayor parte de la publicidad relacionada con moda, automóviles, alimentos, productos de higiene o belleza, e incluso bancos, tiene un corte «muy machista», y se rige por cánones estéticos inalcanzables. «A igualdade empeza polo respecto», apunta Herrero, que destaca que la meta es que los chavales aprendar a pensar por si mismos, a ser críticos con la información que reciben, y a respetarse a ellos mismos para a la vez respetar a los otros.
Prevenir drogodependencias
Las drogas son otra pata fundamental en los talleres, donde aprenden jugando que, por ejemplo, a corto plazo la cocaína produce hiperactividad, pero a largo plazo deriva en depresiones o problemas sexuales. «Son temas que en muchas casas no tratan; y en el colegio y en el instituto están centrados en los contenidos académicos y en el currículum por lo que no da tiempo a explicar cosas que son imprescindibles en la vida. A veces quieren ser personas que no existen», reflexiona Isabel Sánchez, voluntaria de 23 años.
crónica en los talleres de educación para la salud de cruz roja