Aspivida, el antídoto juvenil contra la violencia de género

Suso Varela Pérez
suso varela LUGO / LA VOZ

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SUSO VARELA

Alumnos del IES Ánxel Fole preparan un «medicamento» para combatir esta lacra

11 may 2015 . Actualizado a las 07:56 h.

La violencia de género es una lacra que se puede atajar desde las escuelas y los institutos. Y en esa tarea trabajan en centros educativos de la ciudad. Una de las iniciativas más llamativas la llevaron a cabo este curso los alumnos de BAC y de cuarto de la ESO del IES Ánxel Fole y lleva como nombre Aspivida. Se trata de un puesto informativo en la misma entrada del centro, bien visible para todos los alumnos del instituto, en el que los chicos pueden conocer los síntomas y las formas para poder atajar un posible caso de violencia de género, especialmente en su franja de edad.

«Los chavales trabajaron con mucho entusiasmo, fuera de sus horas de clase», explica la profesora impulsora de esta iniciativa, Felisa Redondo. Esta docente tiene abierto un blog, El club de los poetas insomnes, en la que los alumnos exponen sus trabajos y vivencias personales sobre diversas materias, pero con especial incidencia en la visibilidad de la mujer a lo largo de la historia y en la educación en valores.

La original propuesta de Aspivida, elaborada con las aportaciones de los alumnos del centro, explica de manera detallada cuáles son los diferentes problemas a los que se puede enfrentar una persona que sufra malos tratos psicológicos y físicos.

Felisa Redondo explica cómo surgió la idea: «Les hice una pregunta, ¿cómo curaríais a víctimas y agresores? Hubo una respuesta inmediata cargada de escepticismo: ¡Como no se invente una aspirina!. ¡Ah, la Aspivida! -respondí-. Bien, vamos a crearla! ¿En serio?, preguntaron atónitos. ¡Pues claro!... A estas alturas deberíais confiar en el gran poder de la palabra».

Una vez que diseñaron en común el «prospecto», comenzó la fase de elaboración del envoltorio. Tuvieron la colaboración de la farmacia Labandeira, que les cedió el puesto para exponer el producto. «Como el expositor está ubicado a la entrada, las personas que acuden al instituto se topan de lleno con nuestro remedio. Hemos sido testigos de cómo padres y madres se han detenido a leer y se han llevado una muestra», explica la profesora.