Desde Lugo nos saluda una cerveza natural dispuesta a hacer las delicias de los amantes de la cebada
12 ago 2015 . Actualizado a las 17:51 h.En el cielo de Lugo, la sexta planta del hotel Méndez Núñez con sus vistas privilegiadas de la ribera del Miño, nos recibe una cerveza dispuesta a poner el listón alto entre los amantes del elixir virtuoso, en este caluroso verano, obtenido de la mezcla prodigiosa de cebada, agua, lúpulo y levadura.
Toupiña es una cerveza de color cobre oscuro, aroma fresco y suave al gusto, por su poco gas, aunque con carácter. Detrás de uno de sus tercios, se esconde la interesante historia de un pontevedrés de Lalín enamorado de Lugo, a quien regala su obra.
«Toupiña era como llamábamos a mi tío abuelo y mi referente en el mundo de la agricultura ecológica, aunque no sabía nada de este término ya que él hacía lo que siempre se había hecho», se inicia Carlos Brea a presentarnos su cerveza como quien mira tirar una caña en una bar, mientras que los asistentes esperamos poder llegar a saborearla. «No os preocupéis, hay para todos», nos aclara antes de arrancarse.
«De siempre me ha llamado mucho este mundo, pero fue al conocer a Esther Teixeiro en el 2004 cuando me inicié en la cerveza ecológica», señala Brea. Teixeiro no es un mal referente, pues ella, en 1984, fue pionera en la producción de vino ecológico en Galicia desde su bodega en la Ribeira Sacra.
Ingredientes
«Toda cerveza tiene cuatro ingredientes fundamentales: cebada, agua, lúpulo y levadura», explica Brea, «la distinción entre una y otra viene en función de los ingredientes adicionales que le añadas, el origen de los mismos y en cómo la proceses», precisa.
Toupiña lo tiene todo. Es cerveza, algo importante, pero además es artesana, puesto que emplea a tres personas que utilizan la menor maquinaria posible y es ecológica, es decir, en la producción de sus ingredientes no se emplea sustancia química alguna y se cuida el medio ambiente.
«En España solo había una única cerveza ecológica y la mayoría que se venden son de fuera, por lo que Toupiña llega en muy buen momento. Además en Galicia teníamos varios productos ecológicos de todo tipo, pero nos faltaba una cerveza», nos aclara Javier García, secretario del Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia, quien nos resume con un «todo correcto» las certificaciones precisas y necesarias de esta cerveza para otorgarle el apellido de ecológica.
Gallega, cien por cien
Aunque nace en Lugo, esta cerveza tiene una carga genética gallega del 90%, que viene a ser la cantidad de agua que tiene una cerveza. «En Galicia, ahora, no se produce una cantidad interesante de cebada o lúpulo ecológicos, por lo que tenemos que comprarlos en el extranjero. Espero que esta cerveza genere una cadena de valor y productores locales se animen», afirma deseoso Brea.
Brea habla de su cerveza como un secreto a voces. «La gente sabía algo, pero he querido mantener la expectación. Ahora nos pondremos en contacto con distribuidores para introducirla en el mercado a un precio asequible, entre dos y cuatro euros el tercio y sacaremos una de 75 centilitros ideal para parejas», concreta.
Una hora después, solo se atisba algo de perezosa espuma en la copas de los presentes. A probarla.