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10 oct 2015 . Actualizado a las 22:50 h.La irracionalidad del fan no tiene explicación, o se siente y se vive, o mejor abandonar la idea de entenderlo. Un ejemplo se pudo comprobar ayer con todo lo que rodeó al concierto más mediático de este apagado y lluvioso San Froilán: Auryn, un quinteto vocal de jóvenes que arrancó en el 2009 con los tiempos -en las redes sociales- y que va camino, como dijeron ayer, de acabar de grabar su cuarto disco.
Por el momento, en Lugo ofrecieron el penúltimo concierto de su gira Circus Avenue, el tercero de sus trabajos y disco de oro. Y la entrega de sus incondicionales fue total. Cientos de jovencitas chillaron, cantaron, saltaron, aplaudieron, lanzaron cartulinas y fotografiaron -hasta con selfie- a sus ídolos juveniles. Cada vez que Carlos Marco, Blas Cantó, Dani Fernández, Álvaro Gango o David Lafuente se acercaban al público, el griterío aumentaba. Un estado de felicidad acompasado por las melodías pegadizas y los saltos en el escenario.
«Nos encanta venir a Lugo. Madrid es aburrido, aquí hay más verde, hay campo, llueve». Y vaya si llovió. La amenaza apareció a la media hora de concierto. Poca agua, pero era igual, nada iba a estropear la noche a las jovencitas. Hasta un fan tuvo que ser atendido por mareo. Por cierto, era un chico.