Más de media provincia bajo control en dos horas

La Voz

LUGO

17 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si las condiciones meteorológicas lo permiten, el Pegasus suele volar por los cielos de Lugo al menos una vez por semana. Hay temporadas en las que incluso lo hace en dos ocasiones, o más, si los responsables de la DGT lo consideran necesario. El aparato, con base en Alvedro, también es utilizado para el control de la red viaria de otras provincias gallegas.

El pasado miércoles el helicóptero estuvo en Lugo. En unas dos hora de vuelo, aproximadamente, controló más de media provincia. Comenzó por hacer un seguimiento a la A-6 y después siguió por el recién concluido corredor de Monforte. El itinerario continuó por la A-54, la autovía que va a Palas desde Nadela.

La potente cámara de la que va dotado el aparato es como el ojo que todo lo ve. Eso hace que el vuelo acabe con la tramitación de numerosas sanciones. Depende del día, el tipo de vía y el volumen de tráfico, pero hay veces en las que el operador cierra jornada con más de una veintena de denuncias.

La infracción «estrella» es la distracción en la conducción. Desde el helicóptero siguen detectando a numerosos conductores que utilizan el móvil. Muchos de ellos son camioneros. En un segundo plano quedan las multas efectuadas por la falta de cinturón de seguridad. La mayoría de los conductores lo llevan puesto, pero no así los pasajeros.

Desde el aire también detectan como personas que van en el asiento del copiloto con los pies colocados en el salpicadero, algo que está prohibido en el reglamento de circulación.

Se dieron casos en la provincia de Lugo de conductores que, además de atender al volante, tomaban notas o revisaban documentos o facturas que llevaban en el asiento.

Pero para controlar todos esos despropósitos está el Pegasus. Su margen de error es muy bajo. Dicen en la DGT que por debajo de un uno por ciento. «Aún así se da un margen del diez por ciento en el caso de la velocidad», expresó un guardia.

Para determinar un exceso de velocidad se miden distancias entre la aeronave y el vehículo y, para ello, se hacen disparos de láser cada tres segundos.