El entrenador del Córdoba, José Luis Oltra, valoró ayer el partido que les medirá mañana en El Arcángel al Lugo, rival del que ha destacado que «puntuó en diez de sus trece visitas» y que hasta hace dos semanas en Zaragoza «no perdía desde octubre lejos de su casa».
Oltra indicó que los gallegos llegarán a Córdoba «tras ganar bien a Osasuna», que precisamente fue el último verdugo de los cordobesistas ante su afición, razón esta que, unida al hecho de que el equipo andaluz ha perdido cuatro de sus últimos partido en El Arcángel, les obliga a «volver a ganar de locales».
«El Lugo ya nos ganó en la Copa», recalcó el preparador valenciano, porque se trata de un equipo que «juega bien, porque toca y maneja bien el balón», un estilo «instaurado desde Quique Setién y al que le dieron continuidad Luis Milla y ahora Durán».
Oltra comentó que con el nuevo entrenador «presionan algo más arriba y en el centro del campo forman un triángulo distinto con dos pivotes por detrás y un hombre por delante, al revés que antes», pero ha insistido en que su idea futbolística es la misma, así que «habrá que evitar que el rival juegue con comodidad».
Lo más importante para Oltra es que su equipo «debe centrarse en competir bien» porque «hay que dar una alegría a la afición», de la que pese a la racha actual «todo» lo que percibe «es cariño y se merecen un recompensa después de no estar en la mejor versión futbolística ante Zaragoza y Osasuna».
Para ello, uno de los aspectos a cambiar es dejar de encajar goles en los últimos minutos, que han costado bastante caros en los dos últimos meses de competición, una circunstancia que «cuando se repite lo de los últimos minutos es porque algo no se hará bien», apuntó.
«Creo que lo que hay es que olvidar esos minutos por la psicosis y pensamientos negativos», apostilló Oltra, quien ha añadido que ahora lo importante es «mejorar» porque «los diez últimos partidos son los que marcan» y que para luchar por el ascenso directo «como mínimo habrá que igualar en la segunda vuelta lo que se hizo en la primera vuelta».