Algunos ayuntamientos utilizan de aparcacoches a personas condenadas a trabajos sociales
01 jul 2016 . Actualizado a las 00:20 h.Ya es difícil establecer qué cabrea más a algunos ciudadanos: tener que pagar a los gorrillas o que el Ayuntamiento de Lugo no tome medidas que puedan resultar efectivas. La actividad de los aparcacoches sigue en pleno apogeo en el HULA donde ya hay conductores a los que les pidieron cinco euros por dejar el coche. La actividad que llevan a cabo estas personas no es ilegal y solo las ordenanzas de cada institución municipal pueden servir a las policías locales para actuar. En Lugo no hay ninguna específica. En el resto de España hay ayuntamientos que contrataron aparcacoches legales para hacer la competencia a los gorrillas. Así está la situación en otras ciudades.
valencia
Para cumplir condenas.
Los valencianos tuvieron que enfrentarse en infinidad de calles a los gorrillas. El Ayuntamiento estableció sanciones que pueden llegar a los 300 euros pero, al igual que ocurre en otras ciudades, de poco sirven estas multas si luego no son abonadas porque los aparcacoches son insolventes. Superados por una situación que generaba grandes quejas optaron por crear un equipo de aparcacoches oficiales. Por momentos llegó a haber más de un centenar de personas trabajando. Llevaban puesto un chaleco amarillo para ser reconocidas por los conductores. Todos los participantes estaban condenados por alguna razón a realizar trabajos en beneficio de la comunidad. Ese era uno de ellos. Su función era disuadir a los gorrillas y también participar en la ordenación del tráfico. Además, la fiscalía también tomó una posición activa al establecer que actuaría contra los guardacoches que tuvieran varias denuncias policiales en un corto espacio de tiempo. Soluciones sociales y no solo represivas o coercitivas, es el plan que tienen en el consistorio donde llegaron a la conclusión de que las multas que imponía el anterior gobierno, no servían absolutamente de nada.
Sevilla
Dos asociaciones y los que van por libre.
Ejércitos de aparcacoches pululan por las calles de Sevilla donde los hay de todo tipo: los que van por libre y los que pertenecen a dos asociaciones. Son la PM40 (Parados Mayores de 40) y la ASIC (Asociación Sevilla de Inválidos Civiles). Ambas tienen repartidas las calles. Luego está otra legión de gorrillas que van por libre y que han de hacer frente a la ordenanza antivandálica que prohíbe aparcar coches en las calles.
Pero las iniciativas en la capital hispalense, donde hubo un gran debate social sobre la erradicación de los gorrillas, no se quedaron solo en la ordenanza ni en las multas que llegaron a alcanzar las veinte mil en la pasada legislatura. Como no conseguían cobrar ni el 3%, ahora conmutan la sanción por trabajos como por ejemplo, limpiando pintadas, colocando papeleras destrozadas o ayudando en actividades de protección civil. A mayores, pusieron en marcha una base de datos con las zonas, individuos y formas de actuación de los aparcacoches.
Otra de las iniciativas llevadas a cabo en esta ciudad fue una gran campaña de concienciación ciudadana titulada: «Que no te coaccionen». Desde el Ayuntamiento se fomentaba que los ciudadanos no pagasen. Llegaron a editar y distribuir entre la ciudadanía más de tres mil trípticos con información. Con estas medidas consiguieron aflojar la actividad en muchos barrios. Al parecer, no hace mucho tiempo, crearon una unidad policial específica contra esta actividad.
Mérida
Cinco aparcacoches legales.
En Mérida contrataron cinco aparcacoches legales para que operaran en el recinto ferial para hacerle competencia a los ilegales. Hay ordenanza municipal y la Policía Local actúa. En un corto espacio de tiempo formuló 116 denuncias de las cuales 38 llegaron a los jueces que aplicaron más de una veintena de condenas consistentes en penas de rehabilitación o trabajos en beneficio de la comunidad. En Badajoz también tienen ordenanza que prohíbe la actividad de los gorrillas y también la de los limpiaparabrisas que se colocan en los semáforos.
Madrid: Avalancha en el Bernabéu y el Calderón mientras Carmena no logra una ordenanza
En Madrid es frecuente encontrarse con aparcacoches en cualquier esquina del centro o en lugares de gran concentración de público. Las inmediaciones de los estadios Bernabéu y Vicente Calderón, son un hervidero de aparcacoches los días que hay partido del Madrid o del Atlético. Lo mismo ocurre en las proximidades de Las Ventas.
La alcaldesa, Manuela Carmena, quiere impulsar una ordenanza de convivencia que ya en su momento trató de poner en marcha Ana Botella, que pretendía multar a los gorrillas y a las mujeres que ejercieran la prostitución callejera. Esa ordenanza no fue aprobada el año pasado por lo que no hay un texto que permita a la Policía Local actuar entre otras personas como, por ejemplo, echadores de cartas, prostitutas y también los aparcacoches callejeros.
También en el hospital de Ferrol y en centros sanitarios de Vigo, así como también en algún hipermercado
Los gorrillas no son un patrimonio exclusivo de la ciudad lucense. También están en otras ciudades y centros hospitalarios gallegos. En la mayoría de las capitales no hay ordenanzas ni tampoco medidas especiales por parte de los ayuntamientos.
Vigo
Ocho en el Xeral.
Hasta ocho gorrillas llegaron a trabajar en el las proximidades del Hospital Xeral de Vigo. En la ciudad olívica no sucedió como en Lugo donde el viejo centro sanitario se cerró y los aparcacoches se fueron al nuevo. En Vigo, por ahora, no sucedió eso. Con el viejo hospital cerrado, se quedaron en su entorno un par de ellos.
En el nuevo centro hospitalario fueron habilitadas leiras por particulares para aparcar. Hay gorrillas, sin embargo, en las proximidades del sanatorio Povisa y también en la de los centros de salud situados en la zona de la calle Rosalía.
La ciudad olívica es de las que más aparcacoches tiene. En su momento, se llegó a publicar que Portugal tenía abierta una investigación para determinar si ciudadanos de su país con algún tipo de deficiencia o problema eran explotados por una organización solicitando a los conductores monedas por aparcar sus coches.
FERROL
A sus anchas en el Marcide.
En Ferrol, los gorrillas operan a sus anchas en las proximidades del hospital Arquitecto Marcide. Piden la voluntad y, pese a la indignación de muchos ciudadanos, siguen operativos. La Policía Local dice tener quejas de usuarios del centro hospitalario por la actividad de estas personas, pero los agentes dicen no poder hacer nada porque no hay una ordenanza que prohíba la mendicidad o algún capítulo que contemple multas para quienes ayudan a aparcar coches.
Vilagarcía
Protestas ciudadanas.
En Vilagarcía hubo protestas ciudadanas y, en ocasiones, se reunió la junta local de seguridad para abordar el asunto. Acordaron recabar información de otros municipios para saber cómo poder actuar como consecuencia de las lagunas legales que hay sobre el particular. En esta localidad no tienen ordenanza.
Burela y monforte
Sin actividad.
Los dos hospitales de la provincia, Burela y Monforte, no tienen gorrillas, por el momento. Los dos centros tienen una actividad inferior al HULA y no hay tantos problemas para aparcar. Uno de los puntos calientes es la playa de las Catedrales, cerca de Ribadeo, pero hasta el momento no hubo quejas por esta actividad.