Lo colocaron junto al Camino de Santiago, en la localidad de Villadangos del Páramo
27 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Desde el inicio de febrero está en funcionamiento un radar de tramo en la N-120 entre Astorga y León, la vía que usa la gran mayoría de lucenses que quieren circular hacia el norte de Castilla y León y, especialmente, hacia el País Vasco y Cataluña. En concreto, el control de velocidad se encuentra en una larga recta en la localidad de Villadangos del Páramo, entre los kilómetros 317 y 319, en ambas direcciones.
La alta siniestralidad de esta carretera debido al elevado número de vehículos que circulan, el paso de camiones de Galicia y del norte de España y la presencia del Camino de Santiago (paralelo a la N-120 entre León y Astorga) obligó a la DGT a tomar medidas para evitar la sangría continua de la carretera. Según cifras que publicadas por el Diario de León, en base a los datos de la DGT, en los últimos cinco años se produjeron 622 accidentes en los apenas 45 kilómetros entre ambas ciudades. Fallecieron ocho personas, 26 heridos de gravedad y 217 heridos leves.
El elevado índice de circulación de la N-120 contrasta con la poca afluencia que tiene la autopista de pago AP-71, que también discurre paralela la carretera nacional. Las elevadas tarifas de esta autopista fueron objeto de protesta de asociaciones de vecinos, profesionales del transporte y partidos políticos. Durante años, fue la autopista más cara de España, lo que disuadía su uso y llegó a saturar el tráfico de la N-120.
Alternativa, el peaje
En la actualidad, el trayecto entre la A-6 en Astorga y la A-231 (León-Burgos) supone un coste de 4,95 euros, entre las siete de la mañana y las once de la noche, mientras que de madrugada el precio baja a los dos euros.
Desde la patronal del transporte de León se demandó una rebaja de al menos el 50% en las tarifas (los camiones pagan entre 6,65 y 8,10 euros según el tonelaje) para desahogar el tráfico de la N-120.
Esta vía, que hace lustros estaba definida por grandes rectas y en la que se circulaba a más de 100 kilómetros por hora, se le fue limitando la velocidad en los últimos años debido a los siniestros, el aumento de los peregrinos, el crecimiento de las poblaciones (Puente de Órbigo, San Miguel del Camino, la Virgen del Camino o Villadangos) y el aumento del tráfico entre el norte peninsular y el noroeste.