La familia, residentes que se formaron en el servicio de geriatría del HULA, compañeros de diferentes estamentos del centro y el catedrático José Manuel Ribera Casado, que encauzó su profesión hacia el cuidado de las personas ancianas acudieron ayer al homenaje tributado a Fernando Veiga. Lo presidió el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, que también estuvo en la sala de sesiones que está dedicada al que fue jefe de servicio hasta su fallecimiento.
De Veiga hablaron el conselleiro de Sanidade, que agradeció la labor desempeñada por la persona a la que definió como «innovador de la especialidad» y «referente gallego y nacional»; el gerente de la EOXI, Ramón Ares; el especialista con el que se formó, José Manuel Ribera; Manuel Melero, que le ayudó a montar el primer servicio de la especialidad en Galicia; Miguel Vázquez, presidente de la Sociedade Galega de Xeriatría e Xerontoloxía; Ana Isabel Martín Graczyk, que glosó la figura de Veiga y de Roberto Bugidos, también fallecido, compañeros en sus inicios y Laura Gamonal.
Gamonal habló en nombre de todos los residentes que se formaron en el HULA en esta especialidad desde el año 1998, en que el Xeral consiguió la acreditación para hacerlo. Relató algunas anécdotas de la forma de trabajar de Veiga..
Melero Brezo contó cómo Veiga en un tiempo récord, a partir del año 1992, y partiendo de una unidad de agudos con 30 camas, sentó las bases para lo que sería el servicio, con la creación de la unidad de media estancia, consultas externas, interconsultas y la unidad de larga estancia, en convenio con dos residencias, para hacer frente a problemas sociofamiliares. Recordó que poco antes de su fallecimiento creó la unidad de valoración integral del paciente hematológico anciano, que se está extendiendo al oncológico. «Dejó -dijo- el servicio consolidado y reconocido».