El equipo lucense busca reivindicar la belleza de rutas de montañismo
03 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El Club Excursionista Acivro, de Lugo, realizó esta semana una presentación para dar a conocer los proyectos en los que trabaja de cara al presente curso, todos ellos relacionados con la reivindicación del senderismo y de la naturaleza como fuentes de interés turístico.
La presentación corrió a cargo del presidente de la entidad, Alejandro González, así como de las representantes de dos empresas colaboradoras -Susana Conde, gerente de Viajes Mundo Galaico, y Carmen Otero, propietaria de la tienda de material de montañismo Cota Cero-.
Acivro nació en el año 2006, cuando un grupo de amigos apasionados del senderismo decidieron crear una asociación para dar a conocer rutas y unir a gente que compartiese su gusto por esta práctica. Más de una década después, el club ya cuenta con alrededor de 400 miembros y ha conseguido hacerse un hueco entre los equipos de montañismo más ilustres de la península Ibérica, gracias al trabajo de sus componentes, que desde el nacimiento de este colectivo han organizado ya un total de 126 rutas.
Para esta temporada, los proyectos del club lucense están orientados a poner en valor el atractivo de los paisajes naturales gallegos, con diferentes rutas en función de los intereses de la gente, tanto para aquellos que sienten predilección por ascender a cumbres o recorrer sierras, como para los que prefieren deleitarse con las magníficas formas que dibuja el océano en las costas de Galicia.
De este modo, uno de los proyectos recibe la denominación de Costa da Morte, y tiene como objetivo organizar varias rutas que unan las zonas costeras más emblemáticas de esta insigne comarca: senderos que serpentean en torno a playas, pequeñas villas próximas al mar y escarpados acantilados conforman paisajes cada vez más visitados y frecuentados por los turistas.Este proyecto guarda ciertas similitudes con el de Sendas Costeras, que recorre las rutas litorales más espectaculares de Galicia y Asturias.
Junto a ríos y por bosques
Como se apuntó anteriormente, los propósitos de Acivro buscan aunar trayectos de costa con otros de interior. En el proyecto Ríos y Bosques, el club lucense organizará excursiones por los entornos fluviales más destacados de Galicia; lugares menos frecuentados, ubérrimos en cuanto a flora y fauna y plagados de estrechos senderos que transitan junto a arroyos y ríos, idóneos para huir del bullicio habitual de las ciudades y de los parajes más turísticos.
Uno de los lugares naturales más insignes de Galicia son los cañones del Sil, donde la confluencia entre la frondosa vegetación, la augusta imagen del afluente y los abruptos despeñaderos constituyen un entorno de una gran belleza.
Montañismo puro
Para los amantes del senderismo más puro quedan reservados los otros tres proyectos presentados ayer por el club. Uno de ellos, Ancares profundo, consiste en organizar excursiones por esta sierra lucense, a través de rutas trazadas por sus pueblos, cumbres y senderos sinuosos que se deslizan por las laderas de estas, uniéndose y conformando un sinfín de rutas. En los Ancares se encuentra el pico más alto de la provincia de Lugo, el Mustallar, con 1.935 metros de altitud sobre el nivel del mar.
El proyecto Courel Esencial, por su parte, está ideado para dar a conocer esta espectacular sierra, cuya belleza no reside únicamente en las durísimas rutas y en el descomunal desnivel de sus veredas, sino también en sus fervenzas, miradores, restos romanos y construcciones castrexas, que le dan a esta excursión un matiz con un potente valor cultural.
Proyecto 2.000
Por último, Acivro también presentó el proyecto 2.000, pensado para los amantes de la alta montaña, y que organizará, como su propio nombre indica, ascensiones hasta picos con una altitud superior a los 2.000 metros. No obstante, este proyecto tiene la intención de diseñar rutas asequibles, lo cual las convierte en itinerarios idóneos para que los neófitos en el senderismo se animen a intentar alcanzar cotas mayores.
El objetivo del club lucense no es otro que ofrecer diferentes alternativas para reivindicar un tipo de turismo, el paisajístico, que se resiste a quedar relegado al pasado.