Otros 40 para mejorar

Miguel Cabana
Miguel Cabana TRIBUNA

LUGO

23 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo hicieron bien los hosteleros lucenses hace cuatro décadas. Pero quizá ha llegado el tiempo de que además de comer, se pueda vivir bien de la hostelería. Las estadísticas dicen que el visitante medio se queda en Lugo menos de dos noches. Y la riqueza podría ser mucho mayor en Lugo si se quedase tres o más noches, como en otros lugares. Y eso ocurriría si se publicitasen a nivel gallego y nacional las bondades de la provincia: la gastronomía, el patrimonio, el paisaje de sus variadas comarcas. Lo hace perfectamente Asturias; solo hay que ver sus campañas promocionales. Pero en Lugo ni se anuncia en la autovía que hay una ciudad romana bajo la actual. Lugo ni siquiera tiene unión para ir a ferias de turismo como Fitur, sino que cada concello va con su playa, con su bosque o con su río. E invitamos a un japonés a visitar solo la playa de las Catedrales. Si a ese japonés le explican que tiene al lado O Courel, Os Ancares, la Ribeira Sacra y una ciudad romana, se queda cinco días, (si se le dan facilidades y se le organiza y presentan paquetes de actividades combinadas desde la mañana a la noche, como se hace en todas partes). Pero como ni las Administraciones lo promocionan así ni los particulares se organizan entre ellos, el japonés se va al segundo día a Santiago en vez de pasar los cinco días recorriendo la provincia, que le dejarían los ojos como platos.

Lugo ni siquiera tiene una oficina de turismo, sino varias y contradictorias; ni tiene unos museos organizados conjuntamente y planificados para el visitante. Pero de nada de esto se habló ayer en los 40 años de hostelería. Así que... aún queda mucho por donde crecer.