Bico de Grao, el retorno a la venta a granel

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

OSCAR CELA

La tienda ecológica, referente en consumo alternativo, lleva cuatro años funcionando y cumpliendo objetivos

08 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Amaia Santamarta, técnico agrícola; Marta Pérez, licenciada en Derecho y Cooperación Internacional y Vanesa Ríos, diseñadora y con aptitudes para la costura, apostaron en el año 2014 por poner en marcha una cooperativa de trabajo asociado, Bico de Grao. El proyecto, que tomó forma en la avenida das Fontiñas, tenía tres vertientes: una tienda de productos ecológicos que pretendían que fuera referente en el consumo alternativo; un espacio de actividades vinculadas al feminismo, la agroecología, la soberanía alimentaria y la cultura de trabajo en red; y una marca textil: Fíxenoeu. Con esta última cosen en un taller muñecos de tela, elaborados con material reciclado. Cuatro años después de embarcarse en esta aventura, con la mayor parte de los objetivos cumplidos, acaban de recibir el premio «Ao mellor proxecto cooperativo novo», de la Xunta. Fue entregado ayer en un acto en O Porriño, en el que también destacaron la labor de otras dos cooperativas: Aira y Viña Costeira.

Marta Pérez, que está satisfecha con el premio, que en su vertiente económica les permitirá comprar un frigorífico para empezar a comercializar carne, que es una demanda de su clientela, explicó que más que una tienda de productos ecológicos, pretendían ser un punto de encuentro vinculado al consumo responsable. Piezas de pan que les quedan del día anterior las tienen a la vista, con un cartel, por si algún cliente se la quiere llevar. «É pan que se pode comer toda a semana, pero nós non o podemos vender senón é do día», justificó.

En estos cuatro años las tres socias, que conocen a casi todos sus clientes por el nombre, crearon un grupo de 80 familias a las que sirven todos los miércoles una cesta de verduras locales de temporada, con posibilidades de elegir una de cinco euros u otra de 10 euros. «Unha parte importante -señaló Marta Pérez- e a sensibilización e non comer tomates en decembro. Tampouco pasar todo o inverno con cabazas».

La mayor parte de los productos de la tienda los venden a granel, en envases de papel, con la filosofía de «sírvase lo que necesite» y sin tener que llevarse cantidades superiores y hay algunos que no los despachan si el cliente no lleva el recipiente, como los detergentes, los encurtidos y el aceite. Hasta esta misma semana disponían de bolsas de plástico que aportaban los clientes y que reutilizaban. Con la nueva normativa las retiraron porque les parecía una incongruencia mantenerlas.

Entre los productos a granel, además de especias de todo tipo, que le aportan un olor muy especial y característico a la tienda, también hay diferentes tipos de pasta, algunas muy especiales. Entre ellas, los macarrones de castaña y centeno; los tallarines de espelta y las espirales de algas con verduras.

La rotación de los productos, según Pérez, es elevada y los sacos de 25 kilos de legumbres, de harina y de otros artículos, los consumen en una semana, con lo que no hay margen para que pierdan aroma o propiedades.

Hamburguesas vegetales

En la sección de frío es fácil encontrar todo tipo de hamburguesas vegetales: de queso y verduras; de espinacas y algas; tropicales y de tofu ajo y perejil, entre otras variedades.

Las tres emprendedoras cuentan con una cartera de 120 proveedores que surten a la tienda de todos los productos y referencias. Lo único que elaboran ellas son los muñecos de trapo de marca propia y otros juguetes, como una singular pizarra enrollable, forrada de tela, que lleva incorporadas las tizas.

«Nós traballamos en rede -explicó Marta López- e con outras organizacións de economía social». «En Galicia temos -dijo- unha extensión ampla para agricultura ecolóxica, pero poder subministrar os produtos aos nosos clientes é unha tarefa moi ardua en ocasións. Hai tempadas en que todos teñen tomates e ninguén cenorias, co que sería importante que existira unha organización».

Bico de Grao colabora con el Banco do Tempo, una organización en la que se paga con el xirín, una moneda alternativa que sirve también para pagar algunas actividades.

Los márgenes de los artículos, según explicó Marta Pérez, dependen de si es un producto de proximidad o si tienen que traerlo de fuera.