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CSIF sube su ofensiva en la «guerra» con la alcaldesa por la Policía Local

XOSÉ CARREIRA LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

Lara Méndez envió decretos a 10 agentes para ir a una carrera, pero ninguno llegó

23 ene 2019 . Actualizado a las 13:55 h.

No hay tregua en la guerra abierta que mantienen CSIF y la alcaldesa lucense. El sindicato volvió a cargar ayer contra la regidora y su equipo después de que el pasado viernes fuesen enviados al menos diez burofaxes a policías a los que se les reclamaba hacer un servicio extra en la carrera Corre con Nós. Las comunicaciones no llegaron a tiempo y el día de la prueba, según la organización sindical, obligó a dos agentes que trabajaron por la mañana a continuar por la tarde. En este caso, la regidora envió a su jefe de protocolo a entregar las notificaciones, según la misma versión.

Después de recordar que «la alcaldesa y sus asesores parecen continuar con su huida hacia delante», CSIF cuenta que no había plan de tráfico para la carrera. «Ante esta situación, ni corta ni perezosa, la alcaldesa (posiblemente aconsejada por su jefe de gabinete, el señor De la Parte) rescató el del año pasado y, motu propio, declaró su validez, como un pantalón vaquero que vale para un año y para el siguiente», apunta el colectivo. Después de recordar la «falta de previsión y la desidia de este gobierno», la formación explica que eran necesarios un mínimo de efectivos, «sin embargo se despistaron y se olvidaron de enviar las notificaciones a tiempo».

«El viernes por la mañana, partieron raudos hacia Correos varios burofaxes conteniendo los decretos que obligaban a 10 policías acudir a prestar el servicio extraordinario el sábado, entre las cuatro y las ocho. Es evidente que ninguno de esos burofaxes alcanzó su destino a tiempo. Comenzaron a ser recibidos el lunes, dos días después de la carrera», relataron desde el sindicato. Apunta la formación que no admite «ningún tipo de disculpa política intentando trasladar su inoperancia a los policías o intentando hacer ver que todo es fruto de una supuesta presión al gobierno entorpeciendo la entrega de estos decretos de «refuerzos» a todas luces ilegales». Seguidamente advierte el sindicato: «La verdadera razón de todo lo que está pasando, es la más absoluta ineptitud política; todo lo demás es mentira. Deberían sonrojarse y caerles la cara de vergüenza a todos, políticos y asesores, ante tanta desidia e incapacidad. De todas formas, a estas alturas estamos empezando a convencernos de que la alcaldesa no tiene vergüenza ni amor propio, o también puede ser, está muy deficientemente asesorada».

«Papel despótico»

El relato de CSIF dice que al no llegar a tiempo las notificaciones, «una vez más la alcaldesa, adoptando el papel despótico, que, momentáneamente, le está funcionando para contrarrestar su acefalia y la de sus asesores, saltándose cualquier derecho de los trabajadores, incluido el de la conciliación laboral y familiar y el del descanso entre turnos, decidió de nuevo obligar a un policía de turno de mañana a volver por la tarde», «Así ?continúa la exposición? el veterano oficial adscrito al servicio de Protocolo, al que no quiere nombrar jefe, a pesar de que estamos seguros de que aceptaría encantado, y que últimamente le está haciendo a la alcaldesa ciertos servicios que no le corresponden, como si de un notificador municipal se tratara, trasladó personalmente los decretos entregándoselos a dos agentes y obligándolos a ir a reforzar el servicio de la carrera».

«Sin garantías»

Ante la falta de efectivos para celebrar la prueba «con unas mínimas garantías de seguridad», el policía que hacía las funciones de coordinar el servicio de tarde le comunicó a la alcaldesa la imposibilidad de celebrar una prueba en esas condiciones. «Se dice que Lara Méndez, lejos de arredrarse, dio la orden expresa y temeraria de que, bajo su responsabilidad, la prueba se celebraba sí o si, destinado al operativo todos los agentes de servicio, solo tres, dejando la ciudad totalmente desprotegida (los bomberos que fueron a un incendio reclamaron la presencia de la policía que no acudió porque todos estaban en la carrera)». Finalmente, hubo cinco agentes.

Dice CSIF que, según algunos vídeos, voluntarios de Protección Civil usurparon las funciones de policía y regularon el tráfico. Obligaron a coches a moverse en dirección contraria y además un vehículo circuló entre los corredores con el consiguiente riesgo. «No pasó nada por pura suerte, gracias a la precaución y la previsión de los ciudadanos», dice CSIF. «Creemos que la alcaldesa, muy mal asesorada por su jefe de gabinete, por cierto, ha tomado el camino de llevar a cabo lo planeado sin ningún tipo de previsión aunque para ello ponga en riesgo a personas, sin importarle, aparentemente, lo más mínimo.