Uber revoluciona el 'delivery' en Lugo

Marta de Dios Crespo
MARTA DE DIOS LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

El lanzamiento de la aplicación en directo desde un restaurante de A Milagrosa

21 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Estamos sorprendidos de cómo está funcionando y también un poco perdidos», reconoce con una amplia sonrisa Javier Serén. Lleva 18 años al frente del Dotmas Bar, un negocio familiar que cumple tres décadas abierto en el barrio de A Milagrosa. Ayer estrenaron servicio a domicilio gracias a Uber Eats, la división gastronómica de la plataforma que se presentó como alternativa al taxi y que pretende ahora revolucionar el servicio delivery en Lugo.

«Siempre hubo mucha gente que nos llamaba y venía a recoger su pedido al local, así que nos pareció que con esto mejorábamos la atención al cliente», detalla Serén. Llevaba un tiempo pensando en implementar un sistema de entregas a domicilio, pero los costes aparejados y el buzoneo para promocionar el servicio le frenaban. «Esto me ofrece la posibilidad de rentabilizarlo si funciona y de evitar un palo para el negocio en el caso de que no vaya bien», argumenta.

Mientras habla, zumba la tableta que sostiene en la mano. Un cliente acaba de hacer un pedido a través de la aplicación de Uber. Simultáneamente, la app alerta al restaurante y al repartidor. «Nosotros tardamos 10 minutos en elaborar cualquiera de nuestros platos y ellos dicen que invierten en el reparto otros 20, así que el cliente tiene la comida en su casa a la media hora», explica Javier Serén.

«Nuestra carta no está entera porque primero queremos comprobar que el servicio funciona bien», explica el responsable del Dotmas Bar. Tienen en Uber Eats 21 referencias disponibles de las más de 100 que ofertan en su carta. «El cachopo es nuestro plato estrella, pero de momento no podemos garantizar que a domicilio llegue con la calidad con la que lo servimos aquí», razona. Dedicará el primer mes a observar cómo funciona todo y cerciorarse de que Uber cumple los tiempos de entrega.

Pasan diez minutos y desde la cocina sacan una bolsa rotulada con el logotipo de Uber Eats. En una sincronía casi perfecta, al mismo tiempo entra por la puerta el repartidor de Uber. «¿Qué tal va el primer día? Bueno, la batería con el GPS se me va en una hora», comenta uno de los motorista contratados por la plataforma para dar servicio a los 20 restaurantes a los que cubre en la ciudad amurallada desde ayer.

«Esto es algo muy diferente para la hostelería de Lugo», reflexiona Serén. En apenas un par de horas ya ha recibido tres encargos a través de la aplicación. «Un día de diario a estas horas no habríamos recibido tres pedidos para recogerlos aquí, eso funciona bien por las noches y los fines de semana», explica este hostelero, «hoy será por la novedad o la repercusión en prensa».

 La plataforma ofrece repartidores y tabletas para gestionar pedidos a domicilio

Uber Eats dotó a los restaurantes que se suscribieron a su servicio delivery con tabletas electrónicas para gestionar sus pedidos. La interfaz es intuitiva y a través de ella los propietarios de los locales pueden controlarlo todo, desde los pedidos a la localización de los repartidores. «Una ventaja importante que ofrece este servicio es que hay un único repartidor por pedido y esto influye directamente en cómo el cliente recibe la comida», comenta Javier Serén. Reconoce que si él hubiera implantado un servicio a domicilio por su cuenta aprovecharía el mismo reparto para varios pedidos, para economizar, pero siendo consciente de que eso afectaría a la calidad de sus platos. «Siempre se penalizaría en calidad la última entrega, porque evidentemente tardaría más desde que sale de cocina hasta que está servida en la mesa del cliente», resuelve.

La aplicación para el usuario también es de fácil manejo, a través del teléfono o del ordenador. Basta con activar la localización y la pantalla muestra los establecimientos abiertos por orden de cercanía. Una vez seleccionado, aparece un listado con los productos disponibles y al añadir alguno al carrito, da la opción al usuario de dejar instrucciones especiales para cocina. Se puede seleccionar la hora a la que se quiere recibir el pedido y también seguir al mismo en todo momento. Uber Eats se encarga de todo el proceso de reparto (desde la recogida hasta la entrega) y a final de mes arregla cuentas con los establecimientos, cobrándoles una comisión por cada pedido, que lleva aparejado un sobre coste de 2,5 euros.