
Los vecinos retiraron la que quedaba para que no fuese robada, como pasó con otra
28 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Los visitantes que se acerquen ahora a la iglesia románica de Santo Estevo de Ribas de Miño -en el municipio de O Saviñao- la encontrarán algo cambiada, aunque el cambio seguramente solo lo percibirán quienes hayan estado antes en el lugar. Desde hace algún tiempo, el campanario del templo no tiene ninguna campana. Hasta hace varios años contaba con dos, pero una de ellas fue robada, precisamente la que era de mayor tamaño. Según explican los vecinos del lugar de Ronfiz -donde se encuentra la iglesia-, en fechas recientes se decidió retirarla y guardarla en un lugar seguro para evitar que le ocurriese lo mismo que a la otra.
La medida precautoria, señalan por otro lado los vecinos, se debe -además del precedente robo de la otra campana- a que hace unos meses alguien se llevó un foco que iluminaba por las noches la fachada de la iglesia. La espadaña del campanario es fácilmente accesible, ya que no se encuentra sobre el edificio de la iglesia, sino en lo alto de una pared rocosa situada por detrás del ábside, en un punto al que se llega a pie sin mayores problemas.
La espadaña, por otra parte, no ha estado siempre en este lugar. Fue trasladada a su actual ubicación cuando se llevó a cabo una restauración de la iglesia en la década de 1970. Con anterioridad se encontraba sobre la fachada del templo, coronando la parte izquierda, y al parecer se trata de un añadido muy posterior a la construcción del edificio. El campanario puede verse en esta ubicación en las fotografías antiguas que conservan de la iglesia, como las que figuran en en Catálogo-inventario monumental y artístico de la provincia de Lugo, elaborado en 1913 por el historiador del arte Rafael Balsa de la Vega.
La iglesia de Santo Estevo de Ribas de Miño, de gran valor arquitectónico y artístico, es uno de los elementos más destacados del patrimonio románico de la Ribeira Sacra y una parada habitual en las rutas de turismo cultural de este territorio. El templo perteneció originalmente a un monasterio que aparece mencionado por primera vez en unos documentos del obispado lucense datados en el siglo XII.