Los «Santitos» dulces de Sarria

X. R.Penoucos LUGO .

LUGO

lopez paz

Los sarrianos disfrutan de unas galletas que se elaboran hace más de un siglo el Día de todos los Santos

31 oct 2019 . Actualizado a las 10:19 h.

Las fiestas tradicionales suelen ir asociadas con un sabor, Navidad y el turrón, Reyes y el roscón o Semana Santa y las torrijas. En el caso de Sarria, al margen de los internacionalmente conocidos chocolates del innovador Matías López, uno de los dulces más conocidos y en este caso único son los Santitos, galletas que las pastelerías de la localidad elaboran siempre por el Día de todos los Santos.

El origen de esta tradición es desconocido y lo más que se ha llegado a saber tras múltiples indagaciones es que tiene más de un siglo de antigüedad y que nació en una época de escasez en la que era un manjar. En algún momento llegó a correr el riesgo de perderse, pero últimamente los pasteleros y panaderos de la villa la han recuperado con fuerza y cada vez son más los sarrianos que están deseando que lleguen estas fechas para probar este dulce tradicional.

Los Santitos se elaboran habitualmente con la masa típica de galleta a base de azúcar, mantequilla, harina, agua y anís, aunque no existe una receta que se pueda considerar única y cada artesano aporta su granito de arena para distinguirse del resto. Algunos apuestan por elaborar una pasta similar a los conocidos melindres y otros también le añaden chocolate y otros aditamentos.

Forma y evolución

La forma de la galleta es la de un muñeco con brazos y piernas, pero los tiempos han evolucionado y ahora algunos obradores no se limitan a elaborar los tradicionales santitos, también hacen santitas, con el mismo formato, pero luciendo falda en lugar de pantalón. La venta de unos y otros es muy buena.

Los sarrianos más veteranos recuerdan especialmente la imagen de los niños que vendían en la calle estas galletas, equipados con una caja de madera de las que contenían los coñacs de la casa Osborne, que sostenían al cuello atada con cordones o correas. El reclamo que utilizaban para atraer la atención de posibles compradores era claro y directo. «Santitos del día», proclamaban a los cuatro vientos para atraer la atención. Posteriormente las cajas las suplieron por cestas un poco más cómodas y, los más afortunados, ya portaban su mercancía en el porta bultos de una bicicleta, lo que les permitía moverse con mayor rapidez por las calles y por lo tanto llegar a más posibles compradores.

Lo que nunca han conseguido los sarrianos fue expandir esta tradición más allá de las fronteras de su término municipal y por lo tanto siempre tuvieron un mercado fiel, pero limitado. En alguna ocasión hicieron alguna intentona por conquistar mercado, como en una ocasión que tres osados vendedores vinieron a Lugo y ofrecieron los Santitos a la puerta de una iglesia. El lugar parecía idóneo para ese tipo de mercancía, pero la realidad fue que no vendieron ni uno. Las únicas galletas que salieron de Sarria hacia otros puntos de la geografía nacional lo hicieron por expreso encargo de sarrianos que residían fuera y que o bien les encargaban el producto a familiares o amigos o lo adquirían ellos si visitaban la villa el Día de Difuntos.

La tradición de que fueron los niños, que trabajaban por un propina, los que vendieran las galletas concluyó hace décadas y ahora hay que acudir a las pastelerías para adquirir estos productos tradicionales. «Hace tiempo que no se ve a los niños ofreciendo este dulce, pero todavía hoy es el día que algunos clientes cuando los ven en nuestros escaparates nos dicen, siempre con mucho cariño y una gran nostalgia, que ellos los vendieron durante años», recuerdan los responsables de la Panadería Pallares, amantes de la tradición y que hace unos años decidieron elaborar este dulce para sus clientes.

Los Santitos están ya e las panaderías y pastelerías de Sarria para disfrute de unos vecinos que en estas fechas recuerdan los sabores de la niñez.