El modelo cultural de la ciudad andaluza se estudia en toda Europa
16 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Málaga no tenía fama por albergar el patrimonio de otras ciudades andaluzas (Córdoba, Granada o Sevilla) y su turismo siempre estuvo vinculado al sol y playa. Pero desde hace dos décadas todo cambió cuando sus responsables municipales apostaron por la cultura como motor de desarrollo turístico, convirtiéndose hoy en una referencia de análisis en Europa y en destino turístico internacional de primer nivel y sin estacionalidad fija.
El cambio ha sido profundo, hasta el punto de que la inversión en el patrimonio y la apertura de nuevos museos fue entendida por la iniciativa privada (hoteles, sobre todo) y se comenzó a hablar de conceptos como visitantes que son residentes y residentes que son como turistas.
Málaga dispone de más de treinta museos (algunos famosos como el Picasso, el Thyssen, el Centro Pompidou y el Museo Ruso) y salas de exposición con todo tipo de contenidos, creando la marca «Málaga, ciudad de museos. Donde habita el arte». Y ese fervor museístico fue aparejado con excavaciones arqueológicas que han sacado a la luz restos de la historia de la ciudad e, incluso, la Junta hará ahora un museo subterráneo con los restos de la Málaga musulmana.