Diego Vallejo: «Ha sido mi mejor Dakar, estoy eufórico»

LUGO

Duda Bairros

«En el mismo punto donde murió Paulo Gonçalves casi sufrimos un grave accidente», cuenta el copiloto lucense

20 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta vez más que nunca Diego Vallejo (Meira, 1973) puede sacar pecho y alardear de su actuación en el Dakar, el quinto que completa. No solo consiguió acabar de nuevo la carrera, sino que además logró el puesto 24 en la general junto a Óscar Fuertes y fueron el tercer mejor equipo español por detrás de los capitaneados por Carlos Sainz, el campeón, y Fernando Alonso, «los dos mejores pilotos de la historia del automovilismo español», puntualiza el copiloto del SsangYong Motorsport para dar más valor, si cabe, a su papel en la dura prueba celebrada en Arabia Saudí.

—¿Cómo le queda a uno el cuerpo después de un Dakar?

—Acabas agotado, vuelves a casa con mucho cansancio acumulado y solo tiene ganas de dormir. Aunque es verdad que este año no me noto tan cansado como otros años porque el coche se comportó muy bien y el rali fue un poco más liviano que otros años, siempre dentro de la enorme dureza que tiene.

—¿Por qué? ¿Qué hizo que fuera «más liviano»?

—La organización no quiso poner el listón muy alto en Arabia Saudí porque era la primera vez que se celebraba allí la prueba y desconocían cómo iban a responder el terreno, la gente, la asistencia, las condiciones meteorológicas... Ahora que despejaron estos interrogantes ya prometieron que en años sucesivos lo iban a endurecer.

—Vuelve muy cansado físicamente. ¿Y emocionalmente?

—Eufórico. Tiene mucho mérito lo que hemos conseguido, que es mucho más de los que esperábamos. Y además en un año en el que había muchísimas marcas y muchísimos pilotos de calidad. Por detrás de nosotros quedó Nani Roma, que fue campeón dos veces... Estoy orgulloso.

—Si no fue el mejor, habrá sido uno de sus mejores Dakar.

—Fue el mejor, sin duda, en todos los sentidos. El coche respondió de maravilla, no tuvimos que lamentar más averías que las habituales en estas carreras, y la clasificación final fue brillante. Salió todo a pedir de boca.

—Corriendo por el desierto es inevitable no llevar sustos. ¿Cuál fue el mayor momento de apuro?

—Fue justo en el punto donde murió el piloto portugués Paulo Gonçalves y estuvimos a punto de sufrir un grave accidente. Nos pegó un salto de atrás el coche y se puso en posición casi totalmente vertical. Se elevó bastante en el aire, pero la pericia de Óscar Fuertes (su piloto) y la suerte evitaron que la cosa no pasara de un buen susto.

—¿Eso fue antes o después del accidente de Gonçalves?

—Acaba de producirse el accidente. Vimos la motos paradas y un helicóptero, pero no sabíamos que había pasado.

—¿Cuál es la clave para conseguir algo así con 46 años?

—La experiencia y la ilusión son imprescindibles, si bien es verdad que en este deporte la edad no es tan importante porque la exigencia es más mental que física. Fíjate Carlos Sainz con 57 años...

—Es admirable lo del piloto madrileño, ¿no cree?

—Por supuesto. Desde los 80 lleva ganando títulos importantes en todas las décadas. El propio hijo comenta que antes de este Dakar, cuando él se levantaba para entrenar a las 7 de la mañana su padre ya lo estaba haciendo.

—¿Se ve Diego Vallejo corriendo un Dakar con esa edad?

—Sí, ¿por qué no? Como te dije, la edad no tiene tanta incidencia en la calidad de un piloto de rali. He visto gente joven y bien preparada físicamente derrotada y llorando, y otros más veteranos con ‘barriguita’ que aguantan lo que le echen.

—¿Ha tenido ocasión de compartir impresiones con Carlos Sainz y Fernando Alonso?

—Una de las cosas que siempre destaco del Dakar es la unidad que genera entre los equipos grandes y los más modestos. Convivimos todos en el mismo recinto y tienes la suerte de cenar un día con Peterhansel y al otro desayunar con Sainz o comer con Alonso. Coincidimos varias veces con ellos y nos sorprendió la seriedad con la que Alonso se tomaba la carrera. Se comentó que iba por una operación de márketing, pero se le veía muy preocupado y enchufado.

—¿Vallejo es partidario de volver al recorrido original entre París y Dakar?

—Ese nunca lo hice, pero pilotos que sí lo hicieron dicen que el recorrido es más duro el de Sudamérica, donde además todo lo que rodea a la prueba es más fácil. En África tenías problemas con el ejército, con los hospitales, incluso con la minas antipersona... En Sudamérica o en Arabia, el recorrido también es inhóspito pero la asistencia a los pilotos es mucho mejor.

—Ahora a descansar. ¿Y después qué?

—(piensa) No sé todavía lo que va a pasar, pero en mi mente está ya el próximo Dakar. Era un sueño completar el primero y ya llevo cinco. Ahora el sueño es ganarlo algún día.